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—preguntó él.
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Ellos contestaron:
—Cuando te sientes en tu trono glorioso, nosotros queremos sentarnos en lugares de honor a tu lado, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda.
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Jesús les dijo:
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—Claro que sí —contestaron ellos—, ¡podemos!
Entonces Jesús les dijo:
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pero no me corresponde a mí decir quién se sentará a mi derecha o a mi izquierda. Dios preparó esos lugares para quienes él ha escogido.
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Cuando los otros diez discípulos oyeron lo que Santiago y Juan habían pedido, se indignaron.
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Así que Jesús los reunió a todos y les dijo:
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Pero entre ustedes será diferente. El que quiera ser líder entre ustedes deberá ser sirviente,
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y el que quiera ser el primero entre ustedes deberá ser esclavo de los demás.
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Pues ni aun el Hijo del Hombre vino para que le sirvan, sino para servir a otros y para dar su vida en rescate por muchos».
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Jesús sana al ciego Bartimeo
Después llegaron a Jericó y mientras Jesús y sus discípulos salían de la ciudad, una gran multitud los siguió. Un mendigo ciego llamado Bartimeo (hijo de Timeo) estaba sentado junto al camino.