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»Ahora bien, en cuanto a si los muertos resucitarán, hasta Moisés demostró esto cuando escribió acerca de la zarza que ardía. Mucho después de que Abraham, Isaac y Jacob murieron, él se refirió al Señor
como “el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob”
.
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Por lo tanto, él es Dios de los que están vivos, no de los muertos, porque todos están vivos para él.
39
«¡Bien dicho, Maestro!», comentaron algunos de los maestros de la ley religiosa que estaban allí.
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Y después nadie se atrevió a hacerle más preguntas.
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¿De quién es hijo el Mesías?
Entonces Jesús les planteó una pregunta:
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Pues David mismo escribió en el libro de los Salmos:
“El Señor
le dijo a mi Señor:
Siéntate en el lugar de honor a mi derecha,
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hasta que humille a tus enemigos
y los ponga por debajo de tus pies”
.
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»Si David llamó al Mesías “Señor”, ¿cómo es posible que el Mesías sea su hijo?».
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Entonces, mientras la multitud escuchaba, se dirigió a sus discípulos y les dijo:
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«¡Cuídense de los maestros de la ley religiosa! Pues les gusta pavonearse en túnicas largas y sueltas y les encanta recibir saludos respetuosos cuando caminan por las plazas. ¡Y cómo les encanta ocupar los asientos de honor en las sinagogas y sentarse a la mesa principal en los banquetes!
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Sin embargo, estafan descaradamente a las viudas para apoderarse de sus propiedades y luego pretenden ser piadosos haciendo largas oraciones en público. Por eso, serán castigados con más severidad».