14 »Sin embargo, cuando los agricultores vieron al hijo, se dijeron unos a otros: “Aquí viene el heredero de esta propiedad. ¡Matémoslo y nos quedaremos con la propiedad!”.
15 —preguntó Jesús—.
16 —¡Qué terrible que suceda algo así! —protestaron los oyentes.
17 Jesús los miró y les dijo:
18 Todo el que tropiece con esa piedra se hará pedazos, y la piedra aplastará a quienes les caiga encima.
19 Los maestros de la ley religiosa y principales sacerdotes querían arrestar a Jesús en ese mismo momento, porque se dieron cuenta de que contaba esa historia en contra de ellos, pues ellos eran los agricultores malvados; pero tenían miedo de la reacción de la gente.
20 Los impuestos para el César
Esperando su oportunidad, los líderes mandaron espías que se hicieron pasar por hombres sinceros. Trataban de hacer que Jesús dijera algo que pudieran informar al gobernador de Roma para que lo arrestara.
21 —Maestro —le dijeron—, sabemos que dices y enseñas lo que es correcto y no te dejas influir por lo que piensan otros. Enseñas con verdad el camino de Dios.
22 Ahora dinos, ¿es correcto que paguemos impuestos al César o no?
23 Jesús se dio cuenta de la trampa y dijo:
24 —Al César —contestaron.
25 —dijo—,
26 Así que no pudieron atraparlo por lo que decía en público. En cambio, quedaron asombrados de su respuesta y se callaron.
27 Discusión acerca de la resurrección
Después se acercaron a Jesús algunos saduceos, líderes religiosos que dicen que no hay resurrección de los muertos.
28 Le plantearon la siguiente pregunta:
—Maestro, Moisés nos dio una ley que dice que si un hombre muere y deja a una esposa sin haber tenido hijos, su hermano debe casarse con la viuda y darle un hijo para que el nombre del hermano continúe.
29 Ahora bien, supongamos que había siete hermanos. El mayor se casó y murió sin dejar hijos.
30 Entonces el segundo hermano se casó con la viuda, pero él también murió.
31 Luego el tercer hermano se casó con ella. Lo mismo sucedió con los siete, quienes murieron sin dejar hijos.
32 Por último, la mujer también murió.
33 Entonces dinos, ¿de quién será esposa en la resurrección? ¡Pues los siete estuvieron casados con ella!
34 Jesús respondió:

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Lucas 20:14 Pero cuando los labradores lo vieron, razonaron entre sí, diciendo: "Este es el heredero; matémoslo para que la heredad sea nuestra."

English Standard Version ESV

Luke 20:14 But when the tenants saw him, they said to themselves, 'This is the heir. Let us kill him, so that the inheritance may be ours.'

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

Lucas 20:14 Mas los labradores, viéndole, pensaron entre sí, diciendo: Este es el heredero; venid, matémosle para que la heredad sea nuestra

King James Version KJV

New King James Version NKJV

Luke 20:14 But when the vinedressers saw him, they reasoned among themselves, saying, 'This is the heir. Come, let us kill him, that the inheritance may be ours.'

Nueva Versión Internacional NVI

Lucas 20:14 Pero cuando lo vieron los labradores, trataron el asunto. “Este es el heredero —dijeron—. Matémoslo, y la herencia será nuestra”.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Lucas 20:14 Mas los labradores, viéndole, pensaron entre sí, diciendo: Este es el heredero; venid, matémosle para que la heredad sea nuestra.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Lucas 20:14 Mas los labradores, viéndole, pensaron entre sí, diciendo: Este es el heredero; venid, matémosle para que la heredad sea nuestra.

Herramientas de Estudio para Lucas 20:14-34