10
¡Tendrán tal abundancia de cosechas que será necesario deshacerse del grano viejo para que haya lugar para la nueva cosecha!
11
Viviré entre ustedes y no los despreciaré.
12
Caminaré entre ustedes; seré su Dios, y ustedes serán mi pueblo.
13
Yo soy el Señor
su Dios, quien los sacó de la tierra de Egipto para que ya no fueran esclavos. Yo quebré de su cuello el yugo de la esclavitud, a fin de que puedan caminar con la cabeza en alto.
14
Castigos por la desobediencia
»Sin embargo, si no me escuchan ni obedecen todos estos mandatos,
15
y si rompen mi pacto al rechazar mis decretos, al tratar mis ordenanzas con desprecio y al rehusar obedecer mis mandatos,
16
yo los castigaré. Traeré sobre ustedes terrores repentinos: enfermedades debilitantes y altas fiebres que harán que sus ojos fallen y que su vida se consuma poco a poco. Sembrarán sus cosechas en vano porque sus enemigos se las comerán.
17
Me volveré contra ustedes, y sus enemigos los derrotarán. Aquellos quienes los odian los gobernarán, y ustedes huirán, ¡aun cuando nadie los esté persiguiendo!
18
»Y si a pesar de todo esto, todavía me desobedecen, los castigaré siete veces por sus pecados.
19
Quebrantaré su espíritu orgulloso al hacer que el cielo sea tan rígido como el hierro y la tierra tan dura como el bronce.
20
Todo su trabajo será en vano, porque la tierra no dará cosechas y los árboles no producirán fruto.