11 Me arrastró fuera del camino, me descuartizó
y me dejó indefenso y destruido.
12 Tensó su arco
y me hizo el blanco de sus flechas.
13 Disparó sus flechas
a lo profundo de mi corazón.
14 Mi propio pueblo se ríe de mí;
todo el día repiten sus canciones burlonas.
15 Él me llenó de amargura
y me dio a beber una copa amarga de dolor.
16 Me hizo masticar piedras;
me revolcó en el polvo.
17 Me arrebató la paz
y ya no recuerdo qué es la prosperidad.
18 Yo exclamo: «¡Mi esplendor ha desaparecido!
¡Se perdió todo lo que yo esperaba del Señor
!».
19 Recordar mi sufrimiento y no tener hogar
es tan amargo que no encuentro palabras.
20 Siempre tengo presente este terrible tiempo
mientras me lamento por mi pérdida.
21 No obstante, aún me atrevo a tener esperanza
cuando recuerdo lo siguiente:
22 ¡el fiel amor del Señor
nunca se acaba!
Sus misericordias jamás terminan.
23 Grande es su fidelidad;
sus misericordias son nuevas cada mañana.
24 Me digo: «El Señor
es mi herencia,
por lo tanto, ¡esperaré en él!».
25 El Señor
es bueno con los que dependen de él,
con aquellos que lo buscan.
26 Por eso es bueno esperar en silencio
la salvación que proviene del Señor
.
27 Y es bueno que todos se sometan desde temprana edad
al yugo de su disciplina:
28 que se queden solos en silencio
bajo las exigencias del Señor
.
29 Que se postren rostro en tierra
pues quizá por fin haya esperanza.
30 Que vuelvan la otra mejilla a aquellos que los golpean
y que acepten los insultos de sus enemigos.
31 Pues el Señor no abandona
a nadie para siempre.
32 Aunque trae dolor, también muestra compasión
debido a la grandeza de su amor inagotable.
33 Pues él no se complace en herir a la gente
o en causarles dolor.
34 Si la gente pisotea
a todos los prisioneros de la tierra,
35 si privan a otros de sus derechos,
desafiando al Altísimo,
36 si tuercen la justicia en los tribunales,
¿acaso no ve el Señor todas estas cosas?
37 ¿Quién puede ordenar que algo suceda
sin permiso del Señor
?
38 ¿No envía el Altísimo
tanto calamidad como bien?
39 Entonces, ¿por qué nosotros, simples humanos,
habríamos de quejarnos cuando somos castigados por nuestros pecados?
40 En cambio, probemos y examinemos nuestros caminos
y volvamos al Señor
.
41 Levantemos nuestro corazón y nuestras manos
al Dios del cielo y digamos:

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Lamentaciones 3:11 Ha desviado mis caminos y me ha destrozado, me ha dejado desolado.

English Standard Version ESV

Lamentations 3:11 he turned aside my steps and tore me to pieces; he has made me desolate;

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

Lamentaciones 3:11 Dálet: Torció mis caminos, y me despedazó; me tornó asolado

King James Version KJV

Lamentations 3:11 He hath turned aside my ways, and pulled me in pieces: he hath made me desolate.

New King James Version NKJV

Lamentations 3:11 He has turned aside my ways and torn me in pieces; He has made me desolate.

Nueva Versión Internacional NVI

Lamentaciones 3:11 Me aparta del camino para despedazarme;¡me deja del todo desvalido!

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Lamentaciones 3:11 Torció mis caminos, y depedazóme; tornóme asolado.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Lamentaciones 3:11 Dálet : Torció mis caminos, y me despedazó; me tornó asolado.

Herramientas de Estudio para Lamentaciones 3:11-41