24 Dios estaba castigando a Abimelec por haber asesinado a los setenta hijos de Gedeón, y a los ciudadanos de Siquem por apoyarlo en esa traición de asesinar a sus hermanos.
25 Los ciudadanos de Siquem le tendieron una emboscada a Abimelec en las cumbres de las colinas y robaban a todo el que pasara por allí. Pero alguien alertó a Abimelec acerca de la conspiración.
26 Un día Gaal, hijo de Ebed, se mudó a Siquem con sus hermanos y se ganó la confianza de los ciudadanos prominentes de Siquem.
27 Durante el festival anual de la cosecha en Siquem, celebrado en el templo del dios local, hubo vino en abundancia, y todos comenzaron a maldecir a Abimelec.
28 «¿Quién es ese Abimelec? —gritó Gaal—. No es un hijo legítimo de Siquem.
Entonces, ¿por qué debemos ser sus siervos? Él no es más que un hijo de Gedeón, y ese Zebul solo es su ayudante. Sirvan a los verdaderos hijos de Hamor, el fundador de Siquem. ¿Por qué tenemos que servir a Abimelec?
29 Si yo fuera el encargado aquí, me desharía de Abimelec. Le diría:
“¡Búscate unos soldados y sal a pelear!”».
30 Pero cuando Zebul, el jefe de la ciudad, oyó lo que Gaal decía, se puso furioso.
31 Le envió mensajeros a Abimelec, quien estaba en Aruma,
para decirle: «Gaal, hijo de Ebed, y sus hermanos se han mudado a Siquem, y ahora están incitando a la ciudad a rebelarse contra ti.
32 Ven con un ejército esta noche y escóndete en los campos.
33 Por la mañana, a la salida del sol, ataca la ciudad. Cuando Gaal y los que lo acompañan salgan contra ti, podrás hacer con ellos lo que quieras».
34 Entonces Abimelec y todos sus hombres fueron de noche, se dividieron en cuatro grupos y se posicionaron alrededor de Siquem.
35 Gaal estaba parado junto a las puertas de la ciudad cuando Abimelec y su ejército salieron de su escondite.
36 Al verlos, Gaal le dijo a Zebul:
—¡Mira, hay gente bajando de las cumbres!
—Parecen hombres pero son nada más sombras reflejadas en las colinas —contestó Zebul.
37 Pero Gaal insistió:
—¡No! Hay gente bajando de las colinas.
Y otro grupo viene por el camino que pasa por el Roble de los Adivinos.
38 Entonces Zebul se volvió contra él y preguntó:
—¿Y qué pasó con esa boca grande tuya que presume tanto? Acaso no fuiste tú el que dijo: “¿Quién es ese Abimelec y por qué debemos ser sus siervos?”. ¡Te burlaste de esos hombres, y ahora están en las afueras de la ciudad! ¡Sal a pelear contra ellos!
39 Entonces Gaal marchó al frente de los ciudadanos prominentes de Siquem a la batalla contra Abimelec.
40 Pero Abimelec lo persiguió, y muchos de los hombres de Siquem cayeron heridos por el camino cuando se retiraban hacia la entrada de la ciudad.
41 Entonces Abimelec regresó a Aruma, y Zebul expulsó de Siquem a Gaal y a sus hermanos.
42 Al día siguiente, la gente de Siquem salió a los campos para pelear. Cuando Abimelec se enteró,
43 dividió a sus hombres en tres grupos y tendió una emboscada en los campos. Cuando vio que algunos hombres salían de la ciudad, él y su grupo saltaron de su escondite y los atacaron.
44 Abimelec y sus hombres tomaron por asalto la puerta de la ciudad para impedir que los de Siquem volvieran a entrar, mientras los otros dos grupos de Abimelec mataban a la gente en los campos.
45 La batalla duró todo el día, hasta que finalmente Abimelec tomó la ciudad. Entonces mató a los habitantes, redujo la ciudad a escombros y esparció sal por todo el suelo.
46 Cuando los ciudadanos prominentes que vivían en la torre de Siquem se enteraron de lo sucedido, corrieron a esconderse en el templo de Baal-berit.
47 Alguien le informó a Abimelec que los ciudadanos se habían juntado en el templo,
48 entonces él llevó a sus tropas al monte Salmón. Tomó un hacha, cortó ramas de un árbol y se las puso al hombro. «¡Rápido, hagan lo mismo que hice yo!», dijo a sus hombres.
49 Entonces, siguiendo el ejemplo de Abimelec, cada uno de ellos cortó ramas. Amontonaron las ramas contra las paredes del templo y les prendieron fuego. Así murieron todos los que vivían en la torre de Siquem, unas mil personas, tanto hombres como mujeres.
50 Luego Abimelec atacó la ciudad de Tebes y la tomó.
51 Pero había una torre fuerte dentro de la ciudad, y todos los habitantes, hombres y mujeres, corrieron a refugiarse allí. Se atrincheraron en su interior y subieron al techo de la torre.
52 Entonces Abimelec los siguió para atacar la torre; pero cuando se preparaba para prenderle fuego a la entrada,
53 desde el techo, una mujer tiró una piedra de molino, que cayó sobre la cabeza de Abimelec, y le partió el cráneo.
54 Enseguida él le dijo a su joven escudero: «¡Saca tu espada y mátame! ¡Que no se diga que una mujer mató a Abimelec!». Así que el joven lo atravesó con su espada, y él murió.
55 Cuando los hombres de Abimelec lo vieron muerto, se desbandaron y regresaron a sus casas.
56 De esa forma, Dios castigó a Abimelec por el mal que había hecho contra su padre al matar a sus setenta hermanos.
57 Dios también castigó a los hombres de Siquem por toda su maldad. Así se cumplió la maldición de Jotam, hijo de Gedeón.

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Jueces 9:24 para que viniera la violencia hecha a los setenta hijos de Jerobaal, y recayera la sangre de ellos sobre su hermano Abimelec que los mató, y sobre los habitantes de Siquem que fortalecieron las manos de él para matar a sus hermanos.

English Standard Version ESV

Judges 9:24 that the violence done to the seventy sons of Jerubbaal might come, and their blood be laid on Abimelech their brother, who killed them, and on the men of Shechem, who strengthened his hands to kill his brothers.

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

Jueces 9:24 para que el agravio de los setenta hijos de Jerobaal, y la sangre de ellos, viniera a ponerse sobre Abimelec su hermano que los mató, y sobre los señores de Siquem que corroboraron las manos de él para matar a sus hermanos

King James Version KJV

Judges 9:24 That the cruelty done to the threescore and ten sons of Jerubbaal might come, and their blood be laid upon Abimelech their brother, which slew them; and upon the men of Shechem, which aided* him in the killing of his brethren.

New King James Version NKJV

Judges 9:24 that the crime done to the seventy sons of Jerubbaal might be settled and their blood be laid on Abimelech their brother, who killed them, and on the men of Shechem, who aided him in the killing of his brothers.

Nueva Versión Internacional NVI

Jueces 9:24 Esto sucedió a fin de que la violencia contra los setenta hijos de Yerubaal, y el derramamiento de su sangre, recayera sobre su hermano Abimélec, que los había matado, y sobre los señores de Siquén, que habían sido sus cómplices en ese crimen.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Jueces 9:24 Para que el agravio de los setenta hijos de Jerobaal, y la sangre de ellos, viniera á ponerse sobre Abimelech su hermano que los mató, y sobre los hombres de Sichêm que corroboraron las manos de él para matar á sus hermanos.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Jueces 9:24 para que el agravio de los setenta hijos de Jerobaal, y la sangre de ellos, viniera a ponerse sobre Abimelec su hermano que los mató, y sobre los señores de Siquem que corroboraron las manos de él para matar a sus hermanos.

Herramientas de Estudio para Jueces 9:24-57