1
Los ídolos de Micaía
Había un hombre llamado Micaía que vivía en la zona montañosa de Efraín.
2
Un día le dijo a su madre:
—Te oí maldecir a la persona que te robó mil cien piezas
de plata. Bueno, yo tengo el dinero; fui yo quien lo tomó.
—El Señor
te bendiga por haberlo admitido —respondió la madre.
3
Entonces él le devolvió el dinero, y ella dijo:
—Ahora consagro estas monedas de plata al Señor
. En honor a mi hijo, haré tallar una imagen y fundir un ídolo.
4
Así que, cuando Micaía le devolvió el dinero a su madre, ella tomó doscientas monedas de plata y se las dio a un platero, quien las convirtió en una imagen y un ídolo. Y los pusieron en la casa de Micaía.
5
Micaía construyó un santuario para el ídolo e hizo un efod sagrado y algunos ídolos de familia y nombró como su sacerdote personal a uno de sus hijos.
6
En esos días, Israel no tenía rey; cada uno hacía lo que le parecía correcto según su propio criterio.
7
Cierto día llegó a la región un joven levita que vivía en Belén de Judá.