20 Jesús dijo todo esto mientras enseñaba en la parte del templo conocida como la tesorería, pero no lo arrestaron, porque aún no había llegado su momento.
21 Advertencia para los incrédulos
Más tarde, Jesús volvió a decirles:
22 Por lo tanto, la gente
se preguntaba: «¿Estará pensando suicidarse? ¿Qué quiere decir con “no pueden ir adonde yo voy”?».
23 Jesús continuó diciendo:
24 Por eso dije que morirán en sus pecados; porque, a menos que crean que Y
S
quien afirmo ser,
morirán en sus pecados».
25 —¿Y quién eres? —preguntaron.
26 Tengo mucho para decir acerca de ustedes y mucho para condenar, pero no lo haré. Pues digo solo lo que oí del que me envió, y él es totalmente veraz.
27 Pero ellos seguían sin entender que les hablaba de su Padre.
28 Por eso Jesús dijo:
29 Y el que me envió está conmigo, no me ha abandonado. Pues siempre hago lo que a él le agrada».
30 Entonces muchos de los que oyeron sus palabras creyeron en él.
31 Jesús y Abraham
Jesús les dijo a los que creyeron en él:
32 y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.
33 —Nosotros somos descendientes de Abraham —le respondieron—, nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Qué quieres decir con “los hará libres”?
34 Jesús contestó:
35 Un esclavo no es un miembro permanente de la familia, pero un hijo sí forma parte de la familia para siempre.
36 Así que, si el Hijo los hace libres, ustedes son verdaderamente libres.
37 Claro que me doy cuenta de que son descendientes de Abraham. Aun así, algunos de ustedes procuran matarme porque no tienen lugar para mi mensaje en su corazón.
38 Yo les cuento lo que vi cuando estaba con mi Padre, pero ustedes siguen el consejo de su padre.
39 —¡Nuestro padre es Abraham! —declararon.
—respondió Jesús—
40 En cambio, procuran matarme porque les dije la verdad, la cual oí de Dios. Abraham nunca hizo algo así.
41 —¡Nosotros no somos hijos ilegítimos! —respondieron—, Dios mismo es nuestro verdadero Padre.
42 Jesús les dijo:
43 ¿Por qué no pueden entender lo que les digo? ¡Es porque ni siquiera toleran oírme!
44 Pues ustedes son hijos de su padre, el diablo, y les encanta hacer las cosas malvadas que él hace. Él ha sido asesino desde el principio y siempre ha odiado la verdad, porque en él no hay verdad. Cuando miente, actúa de acuerdo con su naturaleza porque es mentiroso y el padre de la mentira.
45 Por eso, es natural que no me crean cuando les digo la verdad.
46 ¿Quién de ustedes puede, con toda sinceridad, acusarme de pecado? Y si les digo la verdad, ¿por qué, entonces, no me creen?
47 Los que pertenecen a Dios escuchan con gusto las palabras de Dios, pero ustedes no las escuchan porque no pertenecen a Dios.
48 —¡Samaritano endemoniado! —replicaron—. ¿No veníamos diciendo que estabas poseído por un demonio?
49 —dijo Jesús—,
50 Y, aunque no tengo ninguna intención de glorificarme a mí mismo, Dios va a glorificarme y él es el verdadero juez.

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Juan 8:20 Estas palabras las pronunció en el lugar del tesoro, cuando enseñaba en el templo; y nadie le prendió, porque todavía no había llegado su hora.

English Standard Version ESV

John 8:20 These words he spoke in the treasury, as he taught in the temple; but no one arrested him, because his hour had not yet come.

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

Juan 8:20 Estas palabras habló Jesús en el lugar de las limosnas, enseñando en el Templo; y nadie le prendió; porque aún no había venido su hora

King James Version KJV

New King James Version NKJV

John 8:20 These words Jesus spoke in the treasury, as He taught in the temple; and no one laid hands on Him, for His hour had not yet come.

Nueva Versión Internacional NVI

Juan 8:20 Estas palabras las dijo Jesús en el lugar donde se depositaban las ofrendas, mientras enseñaba en el templo. Pero nadie le echó mano, porque aún no había llegado su tiempo.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Juan 8:20 Estas palabras habló Jesús en el lugar de las limosnas, enseñando en el templo: y nadie le prendió; porque aun no había venido su hora.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Juan 8:20 Estas palabras habló Jesús en el lugar de las limosnas, enseñando en el Templo; y nadie le prendió; porque aún no había venido su hora.

Herramientas de Estudio para Juan 8:20-50