24
Así que dijeron: «En lugar de rasgarla, tiremos los dados
para ver quién se la queda». Con eso se cumplió la Escritura que dice: «Se repartieron entre ellos mi vestimenta y tiraron los dados por mi ropa»
. Así que eso fue lo que hicieron.
25
Estaban de pie junto a la cruz la madre de Jesús, la hermana de su madre, María la esposa de Cleofas y María Magdalena.
26
Cuando Jesús vio a su madre al lado del discípulo que él amaba, le dijo:
27
Y al discípulo le dijo:
Y, a partir de entonces, ese discípulo la llevó a vivir a su casa.
28
Muerte de Jesús
Jesús sabía que su misión ya había terminado y, para cumplir las Escrituras, dijo:
29
Había allí una vasija de vino agrio, así que mojaron una esponja en el vino, la pusieron en una rama de hisopo y la acercaron a los labios de Jesús.
30
Después de probar el vino, Jesús dijo:
Entonces inclinó la cabeza y entregó su espíritu.
31
Era el día de preparación, y los líderes judíos no querían que los cuerpos permanecieran allí colgados el día siguiente, que era el día de descanso (y uno muy especial, porque era la Pascua). Entonces le pidieron a Pilato que mandara a quebrarles las piernas a los crucificados para apresurarles la muerte. Así podrían bajar los cuerpos.
32
Entonces los soldados fueron y les quebraron las piernas a los dos hombres crucificados con Jesús.
33
Cuando llegaron a Jesús, vieron que ya estaba muerto, así que no le quebraron las piernas.
34
Sin embargo, uno de los soldados le atravesó el costado con una lanza y, de inmediato, salió sangre y agua.