26
Ese día pedirán en mi nombre. No digo que pediré al Padre de parte de ustedes,
27
ya que el Padre mismo los ama profundamente, porque ustedes me aman a mí y han creído que vine de Dios.
28
Es cierto, vine del Padre al mundo y ahora dejaré el mundo y volveré al Padre.
29
Entonces sus discípulos dijeron:
—Por fin hablas con claridad y no en sentido figurado.
30
Ahora entendemos que sabes todas las cosas y que no es necesario que nadie te pregunte nada. Por eso creemos que viniste de Dios.
31
—preguntó Jesús—.
32
Pero se acerca el tiempo —de hecho, ya ha llegado— cuando ustedes serán dispersados, cada uno se irá por su lado y me dejarán solo. Sin embargo, no estoy solo, porque el Padre está conmigo.
33
Les he dicho todo lo anterior para que en mí tengan paz. Aquí en el mundo tendrán muchas pruebas y tristezas; pero anímense, porque yo he vencido al mundo.