9
Yo soy la puerta; los que entren a través de mí serán salvos.
Entrarán y saldrán libremente y encontrarán buenos pastos.
10
El propósito del ladrón es robar y matar y destruir; mi propósito es darles una vida plena y abundante.
11
»Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida en sacrificio por las ovejas.
12
El que trabaja a sueldo sale corriendo cuando ve que se acerca un lobo; abandona las ovejas, porque no son suyas y él no es su pastor. Entonces el lobo ataca el rebaño y lo dispersa.
13
El cuidador contratado sale corriendo porque trabaja sólo por el dinero y, en realidad, no le importan las ovejas.
14
»Yo soy el buen pastor; conozco a mis ovejas, y ellas me conocen a mí,
15
como también mi Padre me conoce a mí, y yo conozco al Padre. Así que sacrifico mi vida por las ovejas.
16
Además, tengo otras ovejas que no están en este redil, también las debo traer. Ellas escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño con un solo pastor.
17
»El Padre me ama, porque sacrifico mi vida para poder tomarla de nuevo.
18
Nadie puede quitarme la vida sino que yo la entrego voluntariamente en sacrificio. Pues tengo la autoridad para entregarla cuando quiera y también para volver a tomarla. Esto es lo que ordenó mi Padre».
19
Al oírlo decir esas cosas, la gente
volvió a dividirse en cuanto a su opinión sobre Jesús.