12
Por esa razón, los israelitas huyen derrotados de sus enemigos. Ahora Israel mismo será apartado para destrucción. No seguiré más con ustedes a menos que destruyan esas cosas que guardaron y que estaban destinadas para ser destruidas.
13
»¡Levántate! Ordénale al pueblo que se purifique, a fin de prepararse para mañana. Pues esto dice el Señor
, Dios de Israel: “En medio de ti, oh Israel, están escondidas las cosas apartadas para el Señor
. Nunca derrotarás a tus enemigos hasta que quites esas cosas que tienes en medio de ti”.
14
»Mañana por la mañana, deberán presentarse por tribus, y el Señor
señalará a la tribu del culpable. Esa tribu, con sus clanes, deberá dar un paso al frente, y el Señor
señalará al clan culpable. Entonces ese clan dará un paso al frente, y el Señor
señalará a la familia culpable. Por último, cada miembro de la familia culpable deberá dar un paso al frente, uno por uno.
15
El que haya robado de lo que estaba destinado para ser destruido será quemado con fuego, junto con todo lo que tiene, porque ha roto el pacto del Señor
y ha hecho algo horrible en Israel.
16
El pecado de Acán
Temprano a la mañana siguiente, Josué presentó a las tribus de Israel delante del Señor
, y la tribu de Judá fue la señalada.
17
Entonces los clanes de Judá dieron un paso al frente, y el clan de Zera fue el señalado. Luego las familias de Zera dieron un paso al frente, y la familia de Zimri fue la señalada.
18
Por último, a cada miembro de la familia de Zimri se le hizo pasar al frente uno por uno, y Acán fue el señalado.
19
Entonces Josué le dijo a Acán:
—Hijo mío, da gloria al Señor
, Dios de Israel, y di la verdad. Confiesa y dime lo que has hecho. No me lo escondas.
20
Acán respondió:
—¡Es cierto! He pecado contra el Señor
, Dios de Israel.
21
Entre el botín, vi un hermoso manto de Babilonia,
doscientas monedas de plata
y una barra de oro que pesaba más de medio kilo.
Los deseaba tanto que los tomé. Está todo enterrado debajo de mi carpa; la plata la enterré aún más profundo que el resto de las cosas.
22
Así que Josué envió a algunos hombres para que investigaran. Ellos fueron corriendo a la carpa y encontraron allí escondidos los objetos robados, tal como Acán había dicho, con la plata enterrada debajo del resto.