2
Pero el Señor
le dijo a Josué: «Te he entregado Jericó, a su rey y a todos sus guerreros fuertes.
3
Tú y tus hombres de guerra marcharán alrededor de la ciudad una vez al día durante seis días.
4
Siete sacerdotes caminarán delante del arca; cada uno llevará un cuerno de carnero. El séptimo día, marcharán alrededor de la ciudad siete veces mientras los sacerdotes tocan los cuernos.
5
Cuando oigas a los sacerdotes dar un toque prolongado con los cuernos de carnero, haz que todo el pueblo grite lo más fuerte que pueda. Entonces los muros de la ciudad se derrumbarán, y el pueblo irá directo a atacar la ciudad».
6
Entonces Josué reunió a los sacerdotes y les dijo: «Tomen el arca del pacto del Señor
y asignen a siete sacerdotes para que caminen delante de ella, cada uno con un cuerno de carnero».
7
Después, dio estas órdenes al pueblo: «Marchen alrededor de la ciudad, los hombres armados irán al frente, delante del arca del Señor
».
8
Después de que Josué le habló al pueblo, los siete sacerdotes con los cuernos de carnero comenzaron a marchar en la presencia del Señor
sonando los cuernos mientras marchaban, y el arca del pacto del Señor
los seguía.
9
Algunos de los hombres armados marchaban delante de los sacerdotes que llevaban los cuernos, y otros iban detrás del arca mientras los sacerdotes seguían sonando los cuernos.
10
«No griten, ni siquiera hablen —ordenó Josué—. Que no salga ni una sola palabra de ninguno de ustedes hasta que yo les diga que griten. ¡Entonces griten!».
11
Así que, ese día, llevaron el arca del Señor
alrededor de la ciudad solo una vez, y luego todos regresaron para pasar la noche en el campamento.
12
Josué se levantó temprano a la mañana siguiente y, una vez más, los sacerdotes cargaron el arca del Señor
.