24
Ajalón y Gat-rimón, cuatro ciudades.
25
La media tribu de Manasés les entregó a los sacerdotes las siguientes ciudades con sus pastizales: Taanac y Gat-rimón, dos ciudades.
26
Así que, al resto del clan coatita se le asignaron un total de diez ciudades con sus pastizales.
27
Los descendientes de Gersón, otro clan dentro la tribu de Leví, recibieron de parte de la media tribu de Manasés las siguientes ciudades con sus pastizales: Golán, en Basán (una ciudad de refugio para los que mataban a otra persona por accidente) y Beestera, dos ciudades.
28
De la tribu de Isacar, recibieron las siguientes ciudades con sus pastizales: Quisión, Daberat,
29
Jarmut y Enganim, cuatro ciudades.
30
De la tribu de Aser, recibieron las siguientes ciudades con sus pastizales: Miseal, Abdón,
31
Helcat y Rehob, cuatro ciudades.
32
De la tribu de Neftalí, recibieron las siguientes ciudades con sus pastizales: Cedes, en Galilea (una ciudad de refugio para los que mataban a otra persona por accidente), Hamot-dor y Cartán, tres ciudades.
33
Así que, al clan de Gersón se le asignaron un total de trece ciudades con sus pastizales.
34
Al resto de los levitas —al clan de Merari— se le dieron, de parte de la tribu de Zabulón, las siguientes ciudades con sus pastizales: Jocneam, Carta,
35
Dimna y Naalal, cuatro ciudades.
36
De la tribu de Rubén, recibieron las siguientes ciudades con sus pastizales: Beser, Jaza,
37
Cademot y Mefaat, cuatro ciudades.
38
De la tribu de Gad, recibieron las siguientes ciudades con sus pastizales: Ramot, en Galaad (una ciudad de refugio para los que mataban a otra persona por accidente), Mahanaim,
39
Hesbón y Jazer, cuatro ciudades.
40
Así que, al clan de Merari se le asignaron un total de doce ciudades.
41
En su totalidad, a los levitas se les entregaron cuarenta y ocho ciudades con pastizales dentro del territorio israelita.
42
Cada una de esas ciudades tenía pastizales a su alrededor.
43
Así que el Señor
le entregó a Israel toda la tierra que había jurado darles a sus antepasados, y los israelitas la tomaron para sí y se establecieron en ella.
44
Y el Señor
les dio descanso en todo el territorio, tal como se lo había prometido solemnemente a los antepasados de ellos. Ningún enemigo pudo hacerles frente, porque el Señor
los ayudó a conquistar a todos sus enemigos.
45
Ni una sola de todas las buenas promesas que el Señor
le había hecho a la familia de Israel quedó sin cumplirse; todo lo que él había dicho se hizo realidad.