8
Sin embargo, hay un espíritu
dentro de las personas,
el aliento del Todopoderoso en ellas,
que las hace inteligentes.
9
No siempre los ancianos son sabios;
a veces las personas de edad no comprenden la justicia.
10
Así que, escúchenme
y déjenme decirles lo que pienso.
11
»He esperado todo este tiempo
prestando mucha atención a sus argumentos,
observando cómo buscaban a tientas las palabras.
12
He escuchado,
pero ninguno de ustedes ha logrado refutar a Job
ni responder a sus argumentos.
13
Y no me digan: “Él es demasiado sabio para nosotros;
solo Dios podrá convencerlo”.
14
Si Job hubiera estado discutiendo conmigo,
¡yo no le respondería con la misma lógica que ustedes!
15
Ustedes se sientan ahí desconcertados
sin nada más que decir.
16
¿Seguiré esperando ahora que se han quedado callados?
¿Permaneceré en silencio yo también?
17
No, sino que daré mi opinión
y expresaré lo que pienso.
18
Pues estoy lleno de palabras contenidas
y el espíritu que hay en mí me obliga a hablar.