5
pero cuando vio que ellos ya no tenían respuesta, habló con enojo.
6
Eliú, hijo de Baraquel el buzita, dijo:
«Yo soy joven y ustedes ancianos,
por eso me contuve de decirles lo que pienso.
7
Me dije: “Los que tienen más edad deben hablar
porque la sabiduría viene con los años”.
8
Sin embargo, hay un espíritu
dentro de las personas,
el aliento del Todopoderoso en ellas,
que las hace inteligentes.
9
No siempre los ancianos son sabios;
a veces las personas de edad no comprenden la justicia.
10
Así que, escúchenme
y déjenme decirles lo que pienso.
11
»He esperado todo este tiempo
prestando mucha atención a sus argumentos,
observando cómo buscaban a tientas las palabras.
12
He escuchado,
pero ninguno de ustedes ha logrado refutar a Job
ni responder a sus argumentos.
13
Y no me digan: “Él es demasiado sabio para nosotros;
solo Dios podrá convencerlo”.
14
Si Job hubiera estado discutiendo conmigo,
¡yo no le respondería con la misma lógica que ustedes!
15
Ustedes se sientan ahí desconcertados
sin nada más que decir.