10 Les daré sus esposas a otros
y sus fincas a extranjeros.
Desde el menos importante hasta el más importante,
sus vidas están dominadas por la avaricia.
Es cierto, incluso mis profetas y sacerdotes son así;
todos ellos son unos farsantes.
11 Ofrecen curas superficiales
para la herida mortal de mi pueblo.
Dan garantías de paz
cuando no hay paz.
12 ¿Se avergüenzan de estos actos repugnantes?
De ninguna manera, ¡ni siquiera saben lo que es sonrojarse!
Por lo tanto, estarán entre los caídos en la matanza;
serán derribados cuando los castigue,
dice el Señor
.
13 Con toda seguridad los consumiré.
No habrá más cosechas de higos ni de uvas;
todos sus árboles frutales morirán.
Todo lo que les di, pronto se acabará.
¡Yo, el Señor
, he hablado!’.
14 »Luego el pueblo dirá:
“¿Por qué deberíamos esperar aquí para morir?
Vengan, vayamos a las ciudades fortificadas para morir allí.
Pues el Señor
nuestro Dios ha decretado nuestra destrucción
y nos ha dado a beber una copa de veneno
porque pecamos contra el Señor
.
15 Esperábamos paz, pero la paz no llegó;
esperábamos tiempos de sanidad, pero solo encontramos terror”.
16 »Ya se puede oír el resoplido de los caballos de guerra del enemigo
¡desde tan lejos como la tierra de Dan en el norte!
El relincho de sus sementales hace temblar toda la tierra.
Vienen a devorar el país y todo lo que hay en él,
tanto las ciudades como los habitantes.
17 Enviaré estas tropas enemigas entre ustedes
como serpientes venenosas a las que no pueden encantar.
Los morderán y ustedes morirán.
¡Yo, el Señor
, he hablado!».
18 Jeremías llora por Judá
Mi dolor no tiene remedio;
mi corazón está destrozado.
19 Escuchen el llanto de mi pueblo;
puede oírse por toda la tierra.
«¿Acaso ha abandonado el Señor
a Jerusalén?
—pregunta la gente—.
¿No está más su Rey allí?».
«Oh, ¿por qué han provocado mi enojo con sus ídolos tallados
y sus despreciables dioses ajenos?», pregunta el Señor
.
20 «Ya se acabó la cosecha,
y el verano se ha ido —se lamenta el pueblo—,
¡y todavía no hemos sido salvados!».
21 Sufro con el dolor de mi pueblo,
lloro y estoy abrumado de profunda pena.
22 ¿No hay medicina en Galaad?
¿No hay un médico allí?
¿Por qué no hay sanidad
para las heridas de mi pueblo?

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Jeremías 8:10 'Por tanto, daré sus mujeres a otros, y sus campos a nuevos dueños; porque desde el menor hasta el mayor todos ellos codician ganancias; desde el profeta hasta el sacerdote todos practican el engaño.

English Standard Version ESV

Jeremiah 8:10 Therefore I will give their wives to others and their fields to conquerors, because from the least to the greatest everyone is greedy for unjust gain; from prophet to priest, everyone deals falsely.

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

Jeremías 8:10 Por tanto, daré a otros sus mujeres, y sus heredades a quien las heredará, porque desde el chico hasta el grande cada uno sigue la avaricia; desde el profeta hasta el sacerdote todos practican el engaño

King James Version KJV

Jeremiah 8:10 Therefore will I give their wives unto others, and their fields to them that shall inherit them: for every one from the least even unto the greatest is given to covetousness, from the prophet even unto the priest every one dealeth falsely.

New King James Version NKJV

Jeremiah 8:10 Therefore I will give their wives to others, And their fields to those who will inherit them; Because from the least even to the greatest Everyone is given to covetousness; From the prophet even to the priest Everyone deals falsely.

Nueva Versión Internacional NVI

Jeremías 8:10 Por eso entregaré sus mujeres a otros hombres,y sus campos a otros dueños.Porque desde el más pequeño hasta el más grande,todos codician ganancias injustas;desde el profeta hasta el sacerdote,todos practican el engaño.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Jeremías 8:10 Por tanto daré á otros sus mujeres, y sus heredades á quien las posea: porque desde el chico hasta el grande cada uno sigue la avaricia, desde el profeta hasta el sacerdote todos hacen engaño.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Jeremías 8:10 Por tanto, daré a otros sus mujeres, y sus heredades a quien las heredará, porque desde el chico hasta el grande cada uno sigue la avaricia; desde el profeta hasta el sacerdote todos hacen engaño.

Herramientas de Estudio para Jeremías 8:10-22