18
»Bájense de su gloria
y siéntense en el polvo, gente de Dibón,
porque los que destruyan a Moab también harán pedazos a Dibón.
Ellos derribarán todas sus torres.
19
Habitantes de Aroer,
párense junto al camino y observen.
Griten a los que huyen de Moab:
“¿Qué sucedió allí?”.
20
»Y la contestación que reciben es:
“¡Moab queda en ruinas, deshonrada;
lloren y giman!
Anúncienlo en las orillas del río Arnón:
¡Moab ha sido destruida!”.
21
Se derramó el juicio sobre las ciudades de la meseta,
sobre Holón, Jaza
y Mefaat,
22
sobre Dibón, Nebo y Bet-deblataim,
23
sobre Quiriataim, Bet-gamul y Bet-meón,
24
sobre Queriot y Bosra,
todas las ciudades de Moab, lejanas y cercanas.
25
»El poder de Moab ha llegado a su fin.
Su brazo ha sido quebrado —dice el Señor
—.
26
Dejen que se tambalee y caiga como un borracho,
porque se ha rebelado contra el Señor
.
Moab se revolcará en su propio vómito
y será ridiculizada por todos.
27
¿No ridiculizaste tú a los israelitas?
¿Fueron ellos acaso sorprendidos en compañía de ladrones
para que tú los desprecies como lo haces?
28
»Ustedes, habitantes de Moab,
huyan de sus ciudades y vivan en cuevas.
Escóndanse como palomas que anidan
en las hendiduras de las rocas.