13
Por fin Moab se avergonzará de su ídolo Quemos,
como el pueblo de Israel se avergonzó de su becerro de oro en Betel.
14
»Ustedes solían jactarse: “Nosotros somos héroes,
hombres valientes de guerra”.
15
Sin embargo, ahora Moab será destruida junto con sus ciudades.
Sus jóvenes más prometedores son condenados a la masacre,
—dice el Rey, cuyo nombre es el Señor
de los Ejércitos Celestiales—.
16
Pronto se acerca la destrucción de Moab;
se avecina una calamidad amenazante.
17
¡Amigos de Moab,
lloren y lamenten por esta nación!
¡Miren cómo se ha quebrado el cetro fuerte,
y se ha hecho pedazos el hermoso bastón!
18
»Bájense de su gloria
y siéntense en el polvo, gente de Dibón,
porque los que destruyan a Moab también harán pedazos a Dibón.
Ellos derribarán todas sus torres.
19
Habitantes de Aroer,
párense junto al camino y observen.
Griten a los que huyen de Moab:
“¿Qué sucedió allí?”.
20
»Y la contestación que reciben es:
“¡Moab queda en ruinas, deshonrada;
lloren y giman!
Anúncienlo en las orillas del río Arnón:
¡Moab ha sido destruida!”.
21
Se derramó el juicio sobre las ciudades de la meseta,
sobre Holón, Jaza
y Mefaat,
22
sobre Dibón, Nebo y Bet-deblataim,
23
sobre Quiriataim, Bet-gamul y Bet-meón,