18 Tus propios hechos han traído todo esto sobre ti.
Este castigo es amargo, ¡te penetra hasta el corazón!”».
19 Jeremías llora por su pueblo
¡Mi corazón, mi corazón, me retuerzo de dolor!
¡Mi corazón retumba dentro de mí! No puedo quedarme quieto.
Pues he escuchado el sonar de las trompetas enemigas
y el bramido de sus gritos de guerra.
20 Olas de destrucción cubren la tierra,
hasta dejarla en completa desolación.
Súbitamente mis carpas son destruidas;
de repente mis refugios son demolidos.
21 ¿Hasta cuándo tendré que ver las banderas de combate
y oír el toque de trompetas de guerra?
22 «Mi pueblo es necio
y no me conoce —dice el Señor
—.
Son hijos tontos,
sin entendimiento.
Son lo suficientemente listos para hacer lo malo,
¡pero no tienen ni idea de cómo hacer lo correcto!».
23 Visión de Jeremías del desastre venidero
Miré a la tierra y estaba vacía y no tenía forma;
miré a los cielos y no había luz.
24 Miré a las montañas y colinas
que temblaban y se agitaban.
25 Miré y toda la gente se había ido;
todos los pájaros del cielo se habían volado.
26 Miré y los terrenos fértiles se habían convertido en desiertos;
las ciudades estaban en ruinas,
destruidas por la ira feroz del Señor
.
27 Esto dice el Señor
:
«La tierra entera será arrasada,
pero no la destruiré por completo.
28 La tierra estará de luto
y los cielos serán tapizados de negro
a causa de la sentencia que pronuncié contra mi pueblo.
Lo he decidido y no lo cambiaré».
29 Al oír el ruido de los carros de guerra y los arqueros,
la gente huye aterrorizada.
Ellos se esconden en los matorrales
y corren a las montañas.
Todas las ciudades han sido abandonadas,
¡no queda nadie en ellas!
30 ¿Qué es lo que haces,
tú que has sido saqueado?
¿Por qué te vistes de ropas hermosas
y te pones joyas de oro?
¿Por qué te resaltas los ojos con rímel?
¡Arreglarte así de nada te servirá!
Los aliados que fueron tus amantes
te desprecian y buscan tu muerte.
31 Oigo gritos, como los de una mujer que está de parto,
los gemidos de una mujer dando a luz a su primer hijo.
Es la bella Jerusalén,
que respira con dificultad y grita:
«¡Socorro! ¡Me están matando!».

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Jeremías 4:18 Tu comportamiento y tus acciones te han traído estas cosas. Esta es tu maldad. ¡Qué amarga! ¡Cómo ha penetrado hasta tu corazón!

English Standard Version ESV

Jeremiah 4:18 Your ways and your deeds have brought this upon you. This is your doom, and it is bitter; it has reached your very heart."

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

Jeremías 4:18 Tu camino y tus obras te hicieron esto, ésta tu maldad, por lo cual amargura penetrará hasta tu corazón

King James Version KJV

Jeremiah 4:18 Thy way and thy doings have procured these things unto thee; this is thy wickedness, because it is bitter, because it reacheth unto thine heart.

New King James Version NKJV

Jeremiah 4:18 "Your ways and your doings Have procured these things for you. This is your wickedness, Because it is bitter, Because it reaches to your heart."

Nueva Versión Internacional NVI

Jeremías 4:18 Tu conducta y tus accioneste han causado todo esto.Esta es tu desgracia. ¡Qué amarga es!¡Cómo te ha calado en el propio corazón!»

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Jeremías 4:18 Tu camino y tus obras te hicieron esto, ésta tu maldad: por lo cual amargura penetrará hasta tu corazón.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Jeremías 4:18 Tu camino y tus obras te hicieron esto, ésta tu maldad, por lo cual amargura penetrará hasta tu corazón.

Herramientas de Estudio para Jeremías 4:18-31