22
He disipado tus pecados como una nube
y tus ofensas como la niebla de la mañana.
Vuelve a mí,
porque yo pagué el precio para ponerte en libertad».
23
Canten, oh cielos, porque el Señor
ha hecho algo tan maravilloso.
¡Griten de júbilo, oh profundidades de la tierra!
¡Pónganse a cantar
oh montes, bosques y todos los árboles!
Pues el Señor
ha redimido a Jacob
y es glorificado en Israel.
24
Esto dice el Señor
,
tu Redentor y Creador:
«Yo soy el Señor
, que hizo todas las cosas;
yo solo extendí los cielos.
¿Quién estaba conmigo
cuando hice la tierra?
25
Expongo a los falsos profetas como mentirosos
y dejo en ridículo a los adivinos;
hago que los sabios den malos consejos,
y así demuestro que son unos necios.
26
Sin embargo, yo sí cumplo las predicciones de mis profetas.
Por medio de ellos le digo a Jerusalén: “Este lugar volverá a ser habitado”,
y a las ciudades de Judá: “Ustedes serán reconstruidas;
yo restauraré todas sus ruinas”.
27
Cuando hable a los ríos y les diga: “¡Séquense!”,
se secarán.
28
Cuando diga de Ciro: “Él es mi pastor”,
sin falta él hará lo que yo digo.
Él ordenará: “Reconstruyan Jerusalén”;
y dirá: “Restauren el templo”».