4 Pero ahora tú pasas vergüenza, ciudad de Sidón,
porque Tiro, la fortaleza del mar, dice:
«Ahora estoy sin hijos;
no tengo hijos ni hijas».
5 Cuando en Egipto oigan la noticia acerca de Tiro,
habrá gran dolor.
6 ¡Avisen ahora a Tarsis!
¡Giman, ustedes que viven en tierras lejanas!
7 Con la larga historia que tenían ustedes,
¿son estas silenciosas ruinas lo único que queda de su ciudad, antes tan llena de alegría?
Piensen en toda la gente que enviaron para establecerse en lugares distantes.
8 ¿Quién hizo caer este desastre sobre Tiro,
la gran fundadora de reinos?
Sus comerciantes eran todos príncipes;
sus mercaderes, nobles.
9 El Señor
de los Ejércitos Celestiales lo hizo
para destruir tu orgullo
y dejar por el suelo a toda la nobleza de la tierra.
10 Vengan, habitantes de Tarsis,
arrasen la tierra como el Nilo en sus inundaciones,
porque Tiro está indefensa.
11 El Señor
extendió su mano sobre el mar
y sacudió los reinos de la tierra.
Él se ha pronunciado contra Fenicia,
ordenó que fueran destruidas sus fortalezas.
12 Él dice: «Nunca más volverás a alegrarte,
hija de Sidón, porque has sido aplastada.
Aunque huyas a Chipre,
no encontrarás descanso».
13 Miren a la tierra de Babilonia,
¡la gente de esa tierra ha desaparecido!
Los asirios han entregado a Babilonia
a los animales salvajes del desierto.
Levantaron rampas de asalto contra sus muros,
derribaron los palacios
y convirtieron la ciudad en un montón de escombros.
14 ¡Giman, oh barcos de Tarsis,
porque su puerto está destruido!
15 Durante setenta años, el tiempo que dura la vida de un rey, Tiro será olvidada; pero luego la ciudad volverá a la vida, como en la canción acerca de la prostituta:
16 Toma un arpa y camina por las calles,
ramera olvidada;
entona una dulce melodía y canta tus canciones
para que te vuelvan a recordar.
17 Así es, después de setenta años, el Señor
devolverá la vida a Tiro; pero no será distinta de lo que era antes. Volverá a ser una prostituta para todos los reinos del mundo.
18 Sin embargo, al final, sus ganancias le serán entregadas al Señor
. Sus riquezas no serán acumuladas, sino que darán buenos alimentos y vestidos de buena calidad a los sacerdotes del Señor
.

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Isaías 23:4 Averguénzate, Sidón, porque habla el mar, la fortaleza del mar, diciendo: No he estado de parto, ni he dado a luz, no he educado jóvenes, ni he criado vírgenes

English Standard Version ESV

Isaiah 23:4 Be ashamed, O Sidon, for the sea has spoken, the stronghold of the sea, saying: "I have neither labored nor given birth, I have neither reared young men nor brought up young women."

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

Isaías 23:4 Avergüénzate, Sidón, porque el mar, la fortaleza del mar habló, diciendo: Nunca estuve de parto, ni di a luz, ni crié jóvenes, ni levanté vírgenes

King James Version KJV

Isaiah 23:4 Be thou ashamed, O Zidon: for the sea hath spoken, even the strength of the sea, saying, I travail not, nor bring forth children, neither do I nourish up young men, nor bring up virgins.

New King James Version NKJV

Isaiah 23:4 Be ashamed, O Sidon; For the sea has spoken, The strength of the sea, saying, "I do not labor, nor bring forth children; Neither do I rear young men, Nor bring up virgins.

Nueva Versión Internacional NVI

Isaías 23:4 Avergüénzate, Sidón, fortaleza del mar,porque el mar ha dicho:«No he estado con dolores de parto ni he dado a luz;no he criado hijos ni educado hijas».

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Isaías 23:4 Avergüénzate, Sidón, porque la mar, la fortaleza de la mar habló, diciendo: Nunca estuve de parto, ni parí, ni crié mancebos, ni levanté vírgenes

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Isaías 23:4 Avergüénzate, Sidón, porque el mar, la fortaleza del mar habló, diciendo: Nunca estuve de parto, ni di a luz, ni crié jóvenes, ni levanté vírgenes

Herramientas de Estudio para Isaías 23:4-18