10
En ese día, el heredero del trono de David
será estandarte de salvación para el mundo entero.
Las naciones se reunirán junto a él,
y la tierra donde vive será un lugar glorioso.
11
En ese día, el Señor extenderá su mano por segunda vez
para traer de regreso al remanente de su pueblo:
los que queden en Asiria y el norte de Egipto;
en el sur de Egipto, Etiopía
y Elam;
en Babilonia,
Hamat y todas las tierras costeras distantes.
12
Levantará bandera en medio de las naciones
y reunirá a los desterrados de Israel.
Juntará al pueblo disperso de Judá
desde los confines de la tierra.
13
Entonces por fin terminarán los celos entre Israel
y Judá
y dejarán de ser rivales.
14
Unirán sus fuerzas para caer encima de Filistea al occidente.
Juntos, atacarán y saquearán a las naciones situadas al oriente.
Ocuparán las tierras de Edom y de Moab,
y Amón los obedecerá.
15
El Señor
abrirá un camino seco a través del golfo del mar Rojo.
Moverá su mano sobre el río Éufrates
y enviará un poderoso viento para dividirlo en siete corrientes,
de manera que se podrá cruzar a pie con facilidad.
16
Abrirá una carretera para el remanente de su pueblo,
el remanente que viene de Asiria,
tal como lo hizo por Israel hace mucho tiempo
cuando regresó de Egipto.