2
Los hijos de Dios vieron a las hermosas mujeres
y tomaron como esposas a todas las que quisieron.
3
Entonces el Señor
dijo: «Mi Espíritu no tolerará a
los humanos durante mucho tiempo, porque solo son carne mortal. En el futuro, la duración de la vida no pasará de ciento veinte años».
4
En esos días y durante algún tiempo después, vivían en la tierra gigantes nefilitas, pues siempre que los hijos de Dios tenían relaciones sexuales con las mujeres, ellas daban a luz hijos que luego se convirtieron en los héroes y en los famosos guerreros de la antigüedad.
5
El Señor
vio la magnitud de la maldad humana en la tierra y que todo lo que la gente pensaba o imaginaba era siempre y totalmente malo.
6
Entonces el Señor
lamentó haber creado al ser humano y haberlo puesto sobre la tierra. Se le partió el corazón.
7
Entonces el Señor
dijo: «Borraré de la faz de la tierra a esta raza humana que he creado. Así es, y destruiré a todo ser viviente: a todos los seres humanos, a los animales grandes, a los animales pequeños que corren por el suelo y aun a las aves del cielo. Lamento haberlos creado».
8
Pero Noé encontró favor delante del Señor
.
9
La historia de Noé
Este es el relato de Noé y su familia. Noé era un hombre justo, la única persona intachable que vivía en la tierra en ese tiempo, y anduvo en íntima comunión con Dios.
10
Noé fue padre de tres hijos: Sem, Cam y Jafet.
11
Ahora bien, Dios vio que la tierra se había corrompido y estaba llena de violencia.
12
Dios observó toda la corrupción que había en el mundo, porque todos en la tierra eran corruptos.