21
No, no tengan miedo. Yo seguiré cuidando de ustedes y de sus hijos.
Así que hablándoles con ternura y bondad, los reconfortó.
22
Muerte de José
José y sus hermanos con sus familias siguieron viviendo en Egipto. José vivió hasta los ciento diez años de edad.
23
Alcanzó a ver a tres generaciones de los descendientes de su hijo Efraín, y vivió lo suficiente para ver el nacimiento de los hijos de Maquir, el hijo de Manasés, a quienes recibió como suyos.
24
José les dijo a sus hermanos: «Yo pronto moriré pero ciertamente Dios los ayudará y los sacará de esta tierra de Egipto. Él los hará volver a la tierra que solemnemente prometió dar a Abraham, a Isaac y a Jacob».
25
Entonces José hizo jurar a los hijos de Israel y les dijo: «Cuando Dios venga a ayudarlos y los lleve de regreso, deben llevarse mis huesos con ustedes».
26
José murió a los ciento diez años de edad y los egipcios lo embalsamaron, y pusieron su cuerpo en un ataúd en Egipto.