7
Maldito sea su enojo, porque es feroz;
maldita sea su ira, porque es cruel.
Los esparciré entre los descendientes de Jacob;
los dispersaré por todo Israel.
8
»Judá, tus hermanos te alabarán.
Agarrarás a tus enemigos por el cuello.
Todos tus parientes se inclinarán ante ti.
9
Judá, mi hijo, es un león joven
que ha terminado de comerse a su presa.
Se agazapa como un león y se tiende;
como una leona, ¿quién se atreverá a despertarlo?
10
El cetro no se apartará de Judá,
ni la vara de mando de sus descendientes,
hasta que venga aquel a quien le pertenece,
aquel a quien todas las naciones honrarán.
11
Él ata su potro a una vid,
la cría de su burro a una vid escogida.
Lava sus ropas en vino,
sus vestidos, con el jugo de las uvas.
12
Sus ojos son más oscuros que el vino,
y sus dientes, más blancos que la leche.
13
»Zabulón se asentará junto a la costa
y será un puerto para los barcos;
sus fronteras se extenderán hasta Sidón.
14
»Isacar es un burro robusto
que descansa entre dos alforjas.
15
Cuando vea lo bueno que es el campo
y lo agradable del terreno,
doblará su hombro para llevar la carga
y se someterá al arduo trabajo.
16
»Dan gobernará a su pueblo
como cualquier otra tribu de Israel.
17
Dan será una serpiente junto al camino,
una víbora venenosa en el sendero,
que muerde los talones del caballo
para que caiga el jinete.