5 Sin embargo, los que vivimos por el Espíritu esperamos con anhelo recibir por la fe la justicia que Dios nos ha prometido.
6 Pues, una vez que depositamos nuestra fe en Cristo Jesús, de nada sirve estar o no circuncidado. Lo importante es la fe que se expresa por medio del amor.
7 Ustedes corrían muy bien la carrera. ¿Quién les impidió seguir la verdad?
8 Seguro que no fue Dios, porque él es quien los llamó a ser libres.
9 ¡Esa falsa enseñanza es como un poquito de levadura que impregna toda la masa!
10 Confío en que el Señor los guardará de creer falsas enseñanzas. Dios juzgará a la persona que los está confundiendo, sea quien fuere.
11 Amados hermanos, si yo todavía predicara que ustedes deben circuncidarse —como algunos dicen que hago—, ¿por qué, entonces, aún se me persigue? Si ya no predicara que la salvación es por medio de la cruz de Cristo, nadie se ofendería.
12 Cómo me gustaría que esos perturbadores que quieren mutilarlos a ustedes mediante la circuncisión se mutilaran ellos mismos.
13 Pues ustedes, mis hermanos, han sido llamados a vivir en libertad; pero no usen esa libertad para satisfacer los deseos de la naturaleza pecaminosa. Al contrario, usen la libertad para servirse unos a otros por amor.
14 Pues toda la ley puede resumirse en un solo mandato: «Ama a tu prójimo como a ti mismo»
,
15 pero si están siempre mordiéndose y devorándose unos a otros, ¡tengan cuidado! Corren peligro de destruirse unos a otros.
16 Vivir por el poder del Espíritu
Por eso les digo: dejen que el Espíritu Santo los guíe en la vida. Entonces no se dejarán llevar por los impulsos de la naturaleza pecaminosa.
17 La naturaleza pecaminosa desea hacer el mal, que es precisamente lo contrario de lo que quiere el Espíritu. Y el Espíritu nos da deseos que se oponen a lo que desea la naturaleza pecaminosa. Estas dos fuerzas luchan constantemente entre sí, entonces ustedes no son libres para llevar a cabo sus buenas intenciones,
18 pero cuando el Espíritu los guía, ya no están obligados a cumplir la ley de Moisés.
19 Cuando ustedes siguen los deseos de la naturaleza pecaminosa, los resultados son más que claros: inmoralidad sexual, impureza, pasiones sensuales,
20 idolatría, hechicería, hostilidad, peleas, celos, arrebatos de furia, ambición egoísta, discordias, divisiones,
21 envidia, borracheras, fiestas desenfrenadas y otros pecados parecidos. Permítanme repetirles lo que les dije antes: cualquiera que lleve esa clase de vida no heredará el reino de Dios.
22 En cambio, la clase de fruto que el Espíritu Santo produce en nuestra vida es: amor, alegría, paz, paciencia, gentileza, bondad, fidelidad,
23 humildad y control propio. ¡No existen leyes contra esas cosas!
24 Los que pertenecen a Cristo Jesús han clavado en la cruz las pasiones y los deseos de la naturaleza pecaminosa y los han crucificado allí.
25 Ya que vivimos por el Espíritu, sigamos la guía del Espíritu en cada aspecto de nuestra vida.

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Gálatas 5:5 Pues nosotros, por medio del Espíritu, esperamos por la fe la esperanza de justicia.

English Standard Version ESV

Galatians 5:5 For through the Spirit, by faith, we ourselves eagerly wait for the hope of righteousness.

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

Gálatas 5:5 Porque nosotros por el Espíritu aguardamos la esperanza de la justicia por la fe

King James Version KJV

New King James Version NKJV

Galatians 5:5 For we through the Spirit eagerly wait for the hope of righteousness by faith.

Nueva Versión Internacional NVI

Gálatas 5:5 Nosotros, en cambio, por obra del Espíritu y mediante la fe, aguardamos con ansias la justicia que es nuestra esperanza.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Gálatas 5:5 Porque nosotros por el Espíritu esperamos la esperanza de la justicia por la fe.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Gálatas 5:5 Porque nosotros por el Espíritu aguardamos la esperanza de la justicia por la fe.

Herramientas de Estudio para Gálatas 5:5-25