13
Aunque los mercaderes sobrevivan,
jamás regresarán a sus negocios.
Pues lo que Dios ha dicho se aplica a todos sin excepción,
¡no se cambiará!
Ninguna persona que viva descarriada por el pecado
se recuperará jamás.
14
Desolación de Israel
»Suena la trompeta para movilizar al ejército de Israel,
pero nadie presta atención,
porque me he enfurecido contra todos ellos.
15
Fuera de la ciudad hay guerra,
y dentro de la ciudad, enfermedades y hambre.
Los que estén fuera de las murallas de la ciudad
morirán al filo de las espadas enemigas.
Los que estén dentro de la ciudad
morirán de hambre y enfermedades.
16
Los sobrevivientes que escapen hacia las montañas
gemirán como palomas, sollozando por sus pecados.
17
Sus manos colgarán sin fuerza,
las rodillas les quedarán débiles como el agua.
18
Se vestirán de tela áspera;
el horror y la vergüenza los cubrirán.
Se afeitarán la cabeza
en señal de dolor y remordimiento.
19
»Arrojarán su dinero a la calle,
lo tirarán como si fuera basura.
Ni su oro ni su plata los salvará
cuando llegue ese día del enojo del Señor
.
No los saciarán ni los alimentarán,
porque su avaricia solo los hace tropezar.
20
Estaban orgullosos de sus hermosas joyas
y con ellas hicieron ídolos detestables e imágenes repugnantes.
Por lo tanto, haré que todas sus riquezas
les resulten asquerosas.
21
Se las daré a los extranjeros como botín,
a las naciones más perversas,
y ellas las profanarán.
22
Apartaré mis ojos de ellos,
cuando esos ladrones invadan y profanen mi preciosa tierra.
23
»Prepara cadenas para mi pueblo,
porque la tierra está ensangrentada por crímenes terribles.
Jerusalén está llena de violencia.