1
Advertencia al faraón
El 3 de marzo,
durante el año doce de cautividad del rey Joaquín, recibí este mensaje del Señor
:
2
«Hijo de hombre, laméntate por el faraón, rey de Egipto, y dale este mensaje:
»“Te crees un león joven y fuerte entre las naciones,
pero en realidad solo eres un monstruo marino
que se retuerce en sus propios ríos
y revuelve el lodo con las patas.
3
Por lo tanto, esto dice el Señor
Soberano:
enviaré a muchas personas
para que te atrapen con mi red
y te arrastren fuera del agua.
4
Te dejaré abandonado en tierra para que mueras.
Todas las aves de los cielos se posarán sobre ti,
y los animales salvajes de toda la tierra
te comerán hasta saciarse.
5
Esparciré tu carne por las colinas
y llenaré los valles con tus huesos.
6
Empaparé la tierra con la sangre que brote de ti
que correrá hasta las montañas
y llenará los barrancos hasta el borde.
7
Cuando yo borre tu existencia,
cubriré los cielos y oscureceré las estrellas.
Taparé el sol con una nube
y la luna no te dará su luz.
8
Oscureceré las estrellas brillantes en lo alto
y cubriré tu territorio con tinieblas.
¡Yo, el Señor
Soberano, he hablado!
9
»”Inquietaré el corazón de muchos cuando haga que se enteren de tu caída en naciones lejanas que no conocías.
10
Así es, espantaré a muchos países y sus reyes quedarán aterrados al conocer tu destino. Temblarán de miedo por su vida cuando yo esgrima mi espada ante ellos el día de tu caída.
11
Esto dice el Señor
Soberano:
»“La espada del rey de Babilonia
vendrá contra ti.
12
Destruiré a tus multitudes con las espadas de poderosos guerreros,
el terror de las naciones.
Destrozaré el orgullo de Egipto
y todas sus multitudes quedarán destruidas.
13
Destruiré todos tus rebaños y manadas
que pastan junto a los arroyos.
Nunca más ni personas ni animales
enturbiarán esas aguas con sus pies.
14
Luego dejaré que las aguas de Egipto se aquieten de nuevo,
y fluirán tranquilas, como se desliza el aceite de oliva,
dice el Señor
Soberano.
15
Cuando yo destruya a Egipto
y te arranque todas tus posesiones
y hiera de muerte a todo tu pueblo,
entonces sabrás que yo soy el Señor
.
16
Sí, este es el canto fúnebre
que entonarán para Egipto.
Que todas las naciones hagan luto.
Que se lamenten por Egipto y sus multitudes.
¡Yo, el Señor
Soberano, he hablado!”».