1
La voz me dijo: «Hijo de hombre, come lo que te doy, ¡cómete este rollo! Luego ve y transmite el mensaje a los israelitas».
2
Así que abrí la boca y él me dio a comer el rollo.
3
«Llénate el estómago con esto», me dijo. Al comerlo, sentí un sabor tan dulce como la miel.
4
Luego me dijo: «Hijo de hombre, ve a los israelitas y dales mis mensajes.
5
No te envío a un pueblo de extranjeros que habla un idioma que no comprendes.
6
No, no te envío a gente que habla un idioma extraño y difícil de entender. Si te enviara a esas personas, ¡ellas te escucharían!
7
¡Pero los israelitas no te escucharán a ti como tampoco me escuchan a mí! Pues todos y cada uno de ellos son tercos y duros de corazón.
8
Sin embargo, mira, te he hecho tan obstinado y duro de corazón como ellos.