10
pero el séptimo día es un día de descanso y está dedicado al Señor
tu Dios. Ese día, ningún miembro de tu casa hará trabajo alguno. Esto se refiere a ti, a tus hijos e hijas, a tus siervos y siervas, a tus animales y también incluye a los extranjeros que vivan entre ustedes.
11
Pues en seis días el Señor
hizo los cielos, la tierra, el mar, y todo lo que hay en ellos; pero el séptimo día descansó. Por eso el Señor
bendijo el día de descanso y lo apartó como un día santo.
12
»Honra a tu padre y a tu madre. Entonces tendrás una vida larga y plena en la tierra que el Señor
tu Dios te da.
13
»No cometas asesinato.
14
»No cometas adulterio.
15
»No robes.
16
»No des falso testimonio contra tu prójimo.
17
»No codicies la casa de tu prójimo. No codicies la esposa de tu prójimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su burro, ni ninguna otra cosa que le pertenezca».
18
Cuando los israelitas oyeron los truenos y el toque fuerte del cuerno de carnero y vieron los destellos de relámpagos y el humo que salía del monte, se mantuvieron a distancia, temblando de miedo.
19
Entonces le dijeron a Moisés:
—¡Háblanos tú y te escucharemos, pero que no nos hable Dios directamente, porque moriremos!
20
—¡No tengan miedo! —les respondió Moisés—, porque Dios ha venido de esta manera para ponerlos a prueba y para que su temor hacia él les impida pecar.