12
«De Artajerjes, rey de reyes, al sacerdote Esdras, maestro de la ley del Dios del cielo: ¡saludos!
13
»Yo decreto que cualquier israelita de mi reino, incluidos los sacerdotes y levitas, puede ofrecerse como voluntario para regresar contigo a Jerusalén.
14
Por la presente, yo y mis siete consejeros te ordenamos que averigües la situación en que están Judá y Jerusalén, basado en la ley de tu Dios, la cual está en tus manos.
15
También te encargamos que lleves contigo plata y oro, los cuales presentamos como una ofrenda voluntaria al Dios de Israel, quien vive en Jerusalén.
16
»Además, llevarás toda la plata y el oro que obtengas de la provincia de Babilonia, como también las ofrendas voluntarias que el pueblo y los sacerdotes ofrezcan para el templo de su Dios en Jerusalén.
17
Usarás estos donativos específicamente para comprar toros, carneros, corderos y las ofrendas de grano y las ofrendas líquidas correspondientes, para que se ofrezca todo en el altar del templo de tu Dios en Jerusalén.
18
El oro y la plata que sobren pueden usarse para lo que tú y tus colegas crean que sea la voluntad de su Dios.
19
»En cuanto a las copas que te confiamos para el servicio del templo de tu Dios, entrégalas todas al Dios de Jerusalén.
20
Si precisas alguna otra cosa para el templo de tu Dios o para otra necesidad similar, puedes tomarla de la tesorería real.
21
»Yo, el rey Artajerjes, por la presente, envío el siguiente decreto a todos los tesoreros de la provincia situada al occidente del río Éufrates:
“Deben darle a Esdras, el sacerdote y maestro de la ley del Dios del cielo, todo lo que él les pida.
22
Le darán hasta tres mil cuatrocientos kilos
de plata, veintidós mil kilos
de trigo, dos mil litros de vino, dos mil litros de aceite de oliva
y sal en cantidad ilimitada.