11
Por lo tanto, obedece todos los mandatos, los decretos y las ordenanzas que te entrego hoy.
12
»Si prestas atención a estas ordenanzas y las obedeces con fidelidad, el Señor
tu Dios cumplirá su pacto de amor inagotable contigo, tal como lo prometió mediante el juramento que les hizo a tus antepasados.
13
Te amará y te bendecirá y te dará muchos hijos. Hará fértil a tu tierra y a tus animales. Cuando llegues a la tierra que juró dar a tus antepasados, tendrás numerosas cosechas de granos, vino nuevo y aceite de oliva, y también grandes manadas de ganado, ovejas y cabras.
14
Serás la nación más bendecida de toda la tierra. Ningún israelita, sea hombre o mujer, quedará sin tener hijos, y todo tu ganado dará crías.
15
El Señor
te protegerá de cualquier enfermedad. No dejará que sufras las enfermedades terribles que conociste en Egipto; en cambio, ¡se las enviará a todos tus enemigos!
16
»Destruye a todas las naciones que el Señor
tu Dios entrega en tus manos. No les tengas compasión ni rindas culto a sus dioses, porque caerás en su trampa.
17
Tal vez te preguntes: “¿Cómo podremos conquistar a esas naciones que son mucho más poderosas que nosotros?”.
18
¡Pero no les tengas miedo! Sólo recuerda lo que el Señor
tu Dios le hizo al faraón y a toda la tierra de Egipto.
19
Acuérdate de los tremendos horrores que el Señor
tu Dios envió contra ellos. ¡Tú lo viste todo con tus propios ojos! Y recuerda las señales milagrosas y las maravillas, y la mano fuerte y el brazo poderoso con que él te sacó de Egipto. El Señor
tu Dios usará ese mismo poder contra toda la gente a la que tú temes.
20
¡Y luego el Señor
tu Dios mandará terror
para expulsar a los pocos sobrevivientes que aún hayan quedado escondidos de ti!
21
»No, no les tengas miedo a esas naciones, porque el Señor
tu Dios está contigo y él es Dios grande e imponente.