34 »El Señor
dice: “¿Acaso no estoy sellando todas esas cosas
y almacenándolas en mi cofre?
35 Yo tomaré venganza; yo les pagaré lo que se merecen.
A su debido tiempo, sus pies resbalarán.
Les llegará el día de la calamidad,
y su destino los alcanzará”.
36 »Sin duda, el Señor
hará justicia a su pueblo
y cambiará de parecer acerca de
sus siervos,
cuando vea que ya no tienen fuerzas
y no queda nadie allí, ni siervo ni libre.
37 Y luego preguntará: “¿Dónde están sus dioses,
esas rocas a las que acudieron para refugiarse?
38 ¿Dónde están ahora los dioses
que comían la gordura de sus sacrificios
y bebían el vino de sus ofrendas?
¡Que se levanten esos dioses y los ayuden!
¡Que ellos les den refugio!
39 ¡Miren ahora, yo mismo soy Dios!
¡No hay otro dios aparte de mí!
Yo soy el que mata y el que da vida,
soy el que hiere y el que sana.
¡Nadie puede ser librado de mi mano poderosa!
40 Ahora levanto mi mano al cielo
y declaro: ‘Tan cierto como que yo vivo,
41 cuando afile mi espada reluciente
y comience a hacer justicia,
me vengaré de mis enemigos
y daré su merecido a los que me rechazan.
42 Haré que mis flechas se emborrachen de sangre,
y mi espada devorará carne:
la sangre de los masacrados y cautivos,
y las cabezas de los jefes enemigos’”.
43 »Alégrense con él, oh cielos,
y que lo adoren todos los ángeles de Dios.
Alégrense con su pueblo, oh naciones,
y que todos los ángeles se fortalezcan en él.
Pues él vengará la sangre de sus siervos,
cobrará venganza de sus enemigos.
Dará su merecido a los que lo odian
y limpiará la tierra para su pueblo».
44 Entonces Moisés fue con Josué,
hijo de Nun, y recitó todas las palabras de ese canto al pueblo.
45 Cuando Moisés terminó de recitar todas esas palabras al pueblo de Israel,
46 agregó: «Toma en serio cada una de las advertencias que te hice hoy. Transmítelas como una orden a tus hijos, para que obedezcan cada palabra de esas instrucciones.
47 No son palabras vacías; ¡son tu vida! Si las obedeces, disfrutarás de muchos años en la tierra que poseerás al cruzar el río Jordán».
48 Anuncio de la muerte de Moisés
Ese mismo día, el Señor
le dijo a Moisés:
49 «Ve a Moab, a las montañas que están al oriente del río,
y sube el monte Nebo, que está frente a Jericó. Contempla la tierra de Canaán, la tierra que le doy al pueblo de Israel como su preciada posesión.
50 Entonces morirás allí, en la montaña. Te reunirás con tus antepasados tal como tu hermano Aarón, quien murió en el monte Hor y se reunió con sus antepasados.
51 Pues los dos me traicionaron ante los israelitas en las aguas de Meriba en Cades,
en el desierto de Zin. Allí ustedes no le demostraron mi santidad al pueblo de Israel.
52 Así que verás la tierra desde lejos, pero no podrás entrar en la tierra que le doy al pueblo de Israel».

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Deuteronomio 32:34 "¿No tengo yo esto guardado conmigo, sellado en mis tesoros?

English Standard Version ESV

Deuteronomy 32:34 "'Is not this laid up in store with me, sealed up in my treasuries?

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

Deuteronomio 32:34 ¿No tengo yo esto guardado, sellado en mis tesoros

King James Version KJV

Deuteronomy 32:34 Is not this laid up in store with me, and sealed up among my treasures?

New King James Version NKJV

Deuteronomy 32:34 'Is this not laid up in store with Me, Sealed up among My treasures?

Nueva Versión Internacional NVI

Deuteronomio 32:34 »“¿No he tenido esto en reserva,y lo he sellado en mis archivos?

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Deuteronomio 32:34 ¿No tengo yo esto guardado, Sellado en mis tesoros?

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Deuteronomio 32:34 ¿No tengo yo esto guardado, sellado en mis tesoros?

Herramientas de Estudio para Deuteronomio 32:34-52