26
Los habría aniquilado por completo,
habría borrado hasta el recuerdo de ellos,
27
pero temí la burla de los enemigos de Israel,
quienes podrían entender mal y decir:
‘¡Nuestro poder ha triunfado!
¡El Señor
no tuvo nada que ver en eso!’”
28
»Pero Israel es una nación insensata;
su gente es necia, sin entendimiento.
29
¡Ay, si fueran sabios y entendieran estas cosas!
¡Ay, si supieran lo que les espera!
30
¿Cómo podría una persona perseguir a mil de ellos
y dos personas hacer huir a diez mil,
a menos que la Roca de ellos los hubiera vendido,
a menos que el Señor
se los hubiera entregado?
31
Pero la roca de nuestros enemigos no es como nuestra Roca,
hasta ellos mismos se dan cuenta de eso.
32
Su vid crece de la vid de Sodoma,
de los viñedos de Gomorra.
Sus uvas son veneno,
y sus racimos son amargos.
33
Su vino es veneno de serpientes,
veneno mortal de cobras.
34
»El Señor
dice: “¿Acaso no estoy sellando todas esas cosas
y almacenándolas en mi cofre?
35
Yo tomaré venganza; yo les pagaré lo que se merecen.
A su debido tiempo, sus pies resbalarán.
Les llegará el día de la calamidad,
y su destino los alcanzará”.
36
»Sin duda, el Señor
hará justicia a su pueblo
y cambiará de parecer acerca de
sus siervos,
cuando vea que ya no tienen fuerzas
y no queda nadie allí, ni siervo ni libre.