8
Así volverás a obedecer al Señor
y cumplirás todos sus mandatos, los que yo te entrego hoy.
9
»Entonces el Señor
tu Dios te prosperará en todo lo que hagas. Te dará muchos hijos, una gran cantidad de animales y hará que tus campos produzcan cosechas abundantes, porque el Señor
volverá a deleitarse en ser bondadoso contigo como lo fue con tus antepasados.
10
El Señor
tu Dios se deleitará en ti si obedeces su voz y cumples los mandatos y los decretos escritos en este libro de instrucción, y si te vuelves al Señor
tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma.
11
Elección de vida o muerte
»El mandato que te entrego hoy no es demasiado difícil de entender ni está fuera de tu alcance.
12
No está guardado en los cielos, tan distante para que tengas que preguntar: “¿Quién subirá al cielo y lo bajará para que podamos oírlo y obedecer?”.
13
Tampoco está guardado más allá del mar, tan lejos para que tengas que preguntar: “¿Quién cruzará el mar y lo traerá para que podamos oírlo y obedecer?”.
14
Por el contrario, el mensaje está muy al alcance de la mano; está en tus labios y en tu corazón para que puedas obedecerlo.
15
»¡Ahora escucha! En este día, te doy a elegir entre la vida y la muerte, entre la prosperidad y la calamidad.
16
Pues hoy te ordeno que ames al Señor
tu Dios y cumplas sus mandatos, decretos y ordenanzas andando en sus caminos. Si lo haces, vivirás y te multiplicarás, y el Señor
tu Dios te bendecirá a ti y también a la tierra donde estás a punto de entrar y que vas a poseer.
17
»Sin embargo, si tu corazón se aparta y te niegas a escuchar, y si te dejas llevar a servir y rendir culto a otros dioses,
18
entonces te advierto desde ya que sin duda serás destruido. No tendrás una buena y larga vida en la tierra que ocuparás al cruzar el Jordán.