6
El Señor
tu Dios te bendecirá tal como lo prometió. Prestarás dinero a muchas naciones pero nunca tendrás necesidad de pedirles prestado. Tú gobernarás a muchas naciones, pero ellas no te gobernarán a ti.
7
»Pero si hubiera israelitas pobres en tus ciudades cuando llegues a la tierra que el Señor
tu Dios te da, no seas insensible ni tacaño con ellos.
8
En cambio, sé generoso y préstales lo que necesiten.
9
No seas mezquino ni le niegues un préstamo a alguien por el hecho de que se acerca el año para anular las deudas. Si te niegas a dar el préstamo, y la persona con necesidad clama al Señor
, serás culpable de pecado.
10
Da al pobre con generosidad, no de mala gana, porque el Señor
tu Dios te bendecirá en todo lo que hagas.
11
Siempre habrá algunos que serán pobres en tu tierra, por eso te ordeno que compartas tus bienes generosamente con ellos y también con otros israelitas que pasen necesidad.
12
Liberación para los esclavos hebreos
»Si tu hermano hebreo, hombre o mujer, se vende a ti como siervo
y te sirve por seis años, al séptimo año deberás dejarlo en libertad.
13
»Cuando liberes a un siervo varón, no lo despidas con las manos vacías.
14
Sé generoso con él y regálale como despedida algo de tus rebaños, de tus granos y de tus vinos. Dale parte de la abundante riqueza con la que el Señor
tu Dios te haya bendecido.
15
¡Recuerda que una vez tú fuiste esclavo en la tierra de Egipto y que el Señor
tu Dios te liberó! Por esa razón, te doy este mandato.
16
»Pero supongamos que tu siervo dice: “No te dejaré”, porque se ha encariñado contigo y con tu familia, y le ha ido bien en tu casa.