4 No vieron lo que el Señor
les hizo a los ejércitos de Egipto, a sus caballos y a sus carros de guerra; ni cómo los ahogó en el mar Rojo
mientras te perseguían. ¡Los destruyó y, hasta el día de hoy, no se han recuperado!
5 »Tus hijos no vieron cómo el Señor
te cuidó en el desierto hasta que llegaste aquí.
6 No vieron lo que les hizo a Datán y a Abiram (los hijos de Eliab, un descendiente de Rubén) cuando la tierra se abrió en el campamento israelita y se los tragó vivos junto con los miembros de sus familias, sus carpas y todo ser viviente que les pertenecía.
7 ¡Pero tú sí viste con tus propios ojos que el Señor
llevó a cabo todas esas obras poderosas!
8 Bendiciones por la obediencia
»Por lo tanto, asegúrate de obedecer cada uno de los mandatos que te entrego hoy, a fin de que tengas fuerzas para tomar la tierra donde estás a punto de entrar.
9 Si obedeces, disfrutarás de una larga vida en la tierra que Dios juró dar a tus antepasados y a ti, que eres su descendencia, ¡una tierra donde fluyen la leche y la miel!
10 Pues la tierra donde estás a punto de entrar y que vas a poseer no es como la de Egipto, de la cual saliste, donde tenías que plantar tus semillas y hacer zanjas de riego con los pies como si fuera un huerto.
11 En cambio, la tierra que pronto tomarás para ti es una región de colinas y valles, con lluvias abundantes;
12 una tierra que el Señor
tu Dios cuida. ¡Él se ocupa de cuidarla en cada época del año!
13 »Si obedeces cuidadosamente todos los mandatos que te entrego hoy y si amas al Señor
tu Dios y lo sirves con todo tu corazón y con toda tu alma,
14 él mandará las lluvias propias de cada estación —las tempranas y las tardías—, para que puedas juntar las cosechas de granos, el vino nuevo y el aceite de oliva.
15 Te dará buenos pastizales para que se alimenten tus animales, y tendrás todo lo que quieras comer.
16 »Pero ten cuidado. No dejes que tu corazón sea engañado y entonces te alejes del Señor
y sirvas y rindas culto a otros dioses.
17 Si haces eso, el enojo del Señor
arderá contra ti. Entonces cerrará el cielo y detendrá la lluvia, y la tierra dejará de producir sus cosechas, así que pronto morirás en esa buena tierra que el Señor
te da.
18 »Por lo tanto, comprométete de todo corazón a cumplir estas palabras que te doy. Átalas a tus manos y llévalas sobre la frente para recordarlas.
19 Enséñalas a tus hijos. Habla de ellas en tus conversaciones cuando estés en tu casa y cuando vayas por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes.
20 Escríbelas en los marcos de la entrada de tu casa y sobre las puertas de la ciudad
21 para que, mientras el cielo esté sobre la tierra, tú y tus hijos prosperen en la tierra que el Señor
juró dar a tus antepasados.
22 »Asegúrate de obedecer todos los mandatos que te entrego. Demuéstrale amor al Señor
tu Dios andando en sus caminos y aferrándote a él.
23 Entonces el Señor
expulsará a todas esas naciones de tu paso y, aunque ellas son más grandes y más fuertes que tú, tomarás posesión de esa tierra.
24 Todo lugar que pises con la planta de tus pies será tuyo. Tus fronteras se extenderán desde el desierto, en el sur, hasta el Líbano, en el norte, y desde el río Éufrates, al oriente, hasta el mar Mediterráneo,
en el occidente.
25 Dondequiera que vayas en la tierra, nadie podrá hacerte frente, porque el Señor
tu Dios hará que los habitantes te teman y se espanten, tal como lo prometió.
26 »Escucha bien: ¡hoy te doy a elegir entre una bendición y una maldición!
27 Recibirás bendición si obedeces los mandatos del Señor
tu Dios que te entrego hoy;
28 pero recibirás maldición si rechazas los mandatos del Señor
tu Dios y te apartas de él y rindes culto a dioses que no conocías.
29 »Cuando el Señor
tu Dios te lleve a la tierra y te ayude a tomar posesión de ella, pronunciarás la bendición en el monte Gerizim y la maldición en el monte Ebal.
30 (Esos dos montes se encuentran al occidente del río Jordán, en la tierra de los cananeos que viven en el valle del Jordán,
cerca de la ciudad de Gilgal, a poca distancia de los robles de More).
31 Estás a punto de cruzar el río Jordán para tomar posesión de la tierra que el Señor
tu Dios te da. Una vez que la tomes y estés viviendo en ella,
32 asegúrate de obedecer todos los decretos y las ordenanzas que te entrego hoy.

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Deuteronomio 11:4 lo que hizo al ejército de Egipto, a sus caballos y a sus carros, al hacer que el agua del mar Rojo los cubriera cuando os perseguían, y el SEÑOR los destruyó completamente;

English Standard Version ESV

Deuteronomy 11:4 and what he did to the army of Egypt, to their horses and to their chariots, 1how he made the water of the Red Sea flow over them as they pursued after you, and how the LORD has destroyed them to this day,

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

Deuteronomio 11:4 y lo que hizo al ejército de Egipto, a sus caballos, y a sus carros; cómo hizo ondear las aguas del mar Bermejo sobre ellos, cuando venían tras vosotros, y el SEÑOR los destruyó hasta hoy

King James Version KJV

Deuteronomy 11:4 And what he did unto the army of Egypt, unto their horses, and to their chariots; how he made the water of the Red sea to overflow them as they pursued after you, and how the LORD hath destroyed them unto this day;

New King James Version NKJV

Deuteronomy 11:4 what He did to the army of Egypt, to their horses and their chariots: how He made the waters of the Red Sea overflow them as they pursued you, and how the Lord has destroyed them to this day;

Nueva Versión Internacional NVI

Deuteronomio 11:4 Ustedes vieron lo que hizo contra el ejército de los egipcios, y cómo desató las aguas del Mar Rojo sobre sus caballos y carros de guerra, cuando estos los perseguían a ustedes. El SEÑOR los destruyó para siempre.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Deuteronomio 11:4 Y lo que hizo al ejército de Egipto, á sus caballos, y á sus carros; cómo hizo ondear las aguas del mar Bermejo sobre ellos, cuando venían tras vosotros, y Jehová los destruyó hasta hoy;

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Deuteronomio 11:4 y lo que hizo al ejército de Egipto, a sus caballos, y a sus carros; cómo hizo ondear las aguas del mar Bermejo sobre ellos, cuando venían tras vosotros, y el SEÑOR los destruyó hasta hoy;

Herramientas de Estudio para Deuteronomio 11:4-32