31
También vieron cómo el Señor
su Dios los cuidó todo el tiempo que anduvieron por el desierto, igual que un padre cuida de sus hijos; y ahora los trajo hasta este lugar”.
32
»Pero aun después de todo lo que él hizo, ustedes se negaron a confiar en el Señor
su Dios,
33
quien va delante de ustedes buscando los mejores lugares para que acampen, y guiándolos, de noche con una columna de fuego y de día con una columna de nube.
34
»Cuando el Señor
oyó que se quejaban, se enojó mucho y entonces juró solemnemente:
35
“Ninguno de esta generación perversa vivirá para ver la buena tierra que juré dar a sus antepasados,
36
excepto Caleb, el hijo de Jefone. Él verá la tierra porque siguió al Señor
en todo. Les daré a él y a sus descendientes parte de esa misma tierra que exploró durante su misión”.
37
»Además, el Señor
se enojó conmigo por culpa de ustedes. Me dijo: “Moisés, ¡tú tampoco entrarás en la Tierra Prometida!
38
En cambio, será tu ayudante Josué, hijo de Nun, quien guiará al pueblo hasta llegar a la tierra. Anímalo, porque él irá al frente cuando los israelitas tomen posesión de ella.
39
Daré la tierra a los pequeños del pueblo, a los niños inocentes. Ustedes tenían miedo de que los pequeños fueran capturados, pero serán ellos los que entrarán a poseerla.
40
En cuanto a ustedes, den la vuelta y regresen por el desierto hacia el mar Rojo”.
41
»Luego ustedes confesaron: “¡Hemos pecado contra el Señor
! Ahora iremos y pelearemos por la tierra como el Señor
nuestro Dios nos lo ordenó”. Entonces los hombres tomaron sus armas porque pensaron que sería fácil atacar la zona montañosa.