38
En su lugar, rendirá culto al dios de las fortalezas —un dios que sus antepasados jamás conocieron— y lo engrandecerá con oro, plata, piedras preciosas y regalos costosos.
39
Atacará las fortalezas más resistentes, afirmando que cuenta con la ayuda de este dios extranjero. Honrará a quienes se sometan a él, al ponerlos en puestos de autoridad y al repartir la tierra entre ellos como recompensa.
40
»Luego, al tiempo del fin, el rey del sur atacará al rey del norte. El rey del norte saldrá precipitadamente en carros de guerra con sus conductores y una enorme armada. Invadirá varios territorios y los arrasará como una inundación.
41
Entrará en la gloriosa tierra de Israel
y muchas naciones caerán, pero Moab, Edom y la mayor parte de Amón escaparán de sus manos.
42
Conquistará muchos países y ni siquiera Egipto se salvará.
43
Se apoderará del oro, de la plata y de los tesoros de Egipto; los libios y los etíopes serán sus sirvientes.
44
»Pero luego lo alarmarán las noticias provenientes del oriente y del norte y saldrá con furia a destruir y a aniquilar a muchos.
45
Se detendrá entre el glorioso monte santo y el mar y allí instalará sus carpas reales, pero mientras esté allí, terminará su tiempo de repente y no habrá quien lo ayude.