9
»En aquel día —dice el Señor
Soberano—
haré que el sol se ponga al mediodía
y que en pleno día se oscurezca la tierra.
10
Convertiré sus celebraciones en lamentos
y su cantar en llanto.
Se vestirán de luto
y se raparán la cabeza en señal de dolor,
como si su único hijo hubiera muerto.
¡Qué tan amargo será ese día!
11
»Ciertamente se acerca la hora —dice el Señor
Soberano—
cuando enviaré hambre a la tierra,
no será hambre de pan ni sed de agua,
sino hambre de oír las palabras del Señor
.
12
La gente deambulará de mar a mar
y vagará de frontera a frontera
en busca de la palabra del Señor
,
pero no la encontrarán.
13
En aquel día, las jóvenes hermosas y los muchachos fuertes se desmayarán,
sedientos por la palabra del Señor
.
14
Y los que juran por los vergonzosos ídolos de Samaria,
los que hacen juramentos en nombre del dios de Dan
y votos en nombre del dios de Beerseba,
todos caerán y nunca más se levantarán».