1
La visión de las langostas
El Señor
Soberano me mostró una visión. Lo vi preparándose para enviar una enorme nube de langostas sobre la tierra. Esto ocurrió después de que la parte de la cosecha del rey había sido recolectada, pero cuando se acercaba la cosecha principal.
2
En mi visión las langostas se comieron todo lo verde que se veía. Entonces dije:
—Oh Señor
Soberano, por favor, perdónanos o no sobreviviremos, porque Israel
es tan pequeño.
3
Así que el Señor
se retractó de ese plan y dijo:
—No lo haré.
4
La visión del fuego
Después el Señor
Soberano me mostró otra visión. Lo vi preparándose para castigar a su pueblo con un gran fuego. El fuego había quemado las profundidades del mar e iba devorando toda la tierra.
5
Entonces dije:
—Oh Señor
Soberano, por favor, detente o no sobreviviremos, porque Israel es tan pequeño.
6
Entonces el Señor
también se retractó de ese plan.
—Tampoco lo haré —dijo el Señor
Soberano.