3
mi Dios, mi roca, en quien encuentro protección.
Él es mi escudo, el poder que me salva
y mi lugar seguro.
Él es mi refugio, mi salvador,
el que me libra de la violencia.
4
Clamé al Señor
, quien es digno de alabanza,
y me salvó de mis enemigos.
5
»Las olas de la muerte me envolvieron;
me arrasó una inundación devastadora.
6
La tumba
me envolvió con sus cuerdas;
la muerte me tendió una trampa en el camino.
7
Pero en mi angustia, clamé al Señor
;
sí, clamé a Dios por ayuda.
Él me oyó desde su santuario;
mi clamor llegó a sus oídos.
8
»Entonces la tierra se estremeció y tembló;
se sacudieron los cimientos de los cielos;
temblaron a causa de su enojo.
9
De su nariz salía humo a raudales,
de su boca saltaban violentas llamas de fuego;
carbones encendidos se disparaban de él.
10
Abrió los cielos y descendió;
había oscuras nubes de tormenta debajo de sus pies.
11
Voló montado sobre un poderoso ser angelical,
remontándose
sobre las alas del viento.
12
Se envolvió con un manto de oscuridad
y ocultó su llegada con densas nubes de lluvia.
13
Un gran resplandor brilló alrededor de él,
y carbones encendidos
se dispararon.