5 Así que, al ponerse el sol, salieron hacia el campamento de los arameos; pero cuando se aproximaron al límite del campamento, ¡no había nadie!
6 Pues el Señor
había hecho que el ejército arameo escuchara el traqueteo de carros de guerra a toda velocidad, el galope de caballos y los sonidos de un gran ejército que se acercaba. Por eso se gritaron unos a otros: «¡El rey de Israel ha contratado a los hititas y a los egipcios
para que nos ataquen!».
7 Así que se llenaron de pánico y huyeron en la oscuridad de la noche; abandonaron sus carpas, sus caballos, sus burros y todo lo demás, y corrieron para salvar la vida.
8 Cuando los leprosos llegaron al límite del campamento, fueron de carpa en carpa, comieron y bebieron vino, sacaron plata, oro y ropa, y escondieron todo.
9 Finalmente se dijeron entre ellos: «Esto no está bien. Hoy es un día de buenas noticias, ¡y nosotros no lo hemos dicho a nadie! Si esperamos hasta la mañana, seguro que nos ocurre alguna calamidad. ¡Vamos, regresemos al palacio y contémosle a la gente!».
10 Así que regresaron a la ciudad e informaron a los porteros lo que había sucedido. «Salimos al campamento arameo —dijeron—, ¡y allí no había nadie! Los caballos y los burros estaban atados, y todas las carpas estaban en orden, ¡pero no había ni una sola persona!».
11 Entonces los porteros gritaron la noticia a la gente del palacio.
12 Israel saquea el campamento
El rey se levantó de su cama a la mitad de la noche y dijo a sus oficiales:
—Yo sé lo que pasó. Los arameos saben que estamos muriendo de hambre, por eso abandonaron su campamento y están escondidos en el campo; esperan que salgamos de la ciudad para capturarnos vivos y tomar la ciudad.
13 Entonces uno de sus oficiales le dijo:
—Deberíamos mandar espías a investigar. Que se lleven cinco de los caballos que quedan. Si les pasa algo, no será peor que si se quedan aquí y mueren con todos nosotros.
14 Así que prepararon dos carros de guerra con caballos, y el rey envió espías para que averiguaran qué le había sucedido al ejército arameo.
15 Los espías recorrieron todo el camino hasta el río Jordán siguiendo un rastro de prendas y objetos tirados por los arameos cuando huyeron desesperadamente. Luego regresaron y le informaron al rey.

La Biblia de las Américas (Español) BLA

2 Reyes 7:5 Y se levantaron al anochecer para ir al campamento de los arameos. Y cuando llegaron a las afueras del campamento de los arameos, he aquí, no había allí nadie.

English Standard Version ESV

2 Kings 7:5 So they arose at twilight to go to the camp of the Syrians. But when they came to the edge of the camp of the Syrians, behold, there was no one there.

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

2 Reyes 7:5 Se levantaron, pues, en el principio de la noche, para irse al campamento de los sirios; y llegando a las primeras estancias de los sirios, no había allí hombre

King James Version KJV

2 Kings 7:5 And they rose up in the twilight, to go unto the camp of the Syrians: and when they were come to the uttermost part of the camp of Syria, behold, there was no man there.

New King James Version NKJV

2 Kings 7:5 And they rose at twilight to go to the camp of the Syrians; and when they had come to the outskirts of the Syrian camp, to their surprise no one was there.

Nueva Versión Internacional NVI

2 Reyes 7:5 Al anochecer se pusieron en camino, pero cuando llegaron a las afueras del campamento sirio, ¡ya no había nadie allí!

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

2 Reyes 7:5 Levantáronse pues en el principio de la noche, para irse al campo de los Siros; y llegando á las primeras estancias de los Siros, no había allí hombre.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

2 Reyes 7:5 Se levantaron, pues, en el principio de la noche, para irse al campamento de los siros; y llegando a las primeras estancias de los siros, no había allí hombre.

Herramientas de Estudio para 2 Reyes 7:5-15