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Enfermedad y recuperación de Ezequías
Por ese tiempo, Ezequías se enfermó gravemente, y el profeta Isaías, hijo de Amoz, fue a visitarlo. Le dio al rey el siguiente mensaje: «Esto dice el Señor
: “Pon tus asuntos en orden porque vas a morir. No te recuperarás de esta enfermedad”».
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Cuando Ezequías oyó el mensaje, volvió su rostro hacia la pared y oró al Señor
:
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«Acuérdate, oh Señor
, que siempre te he sido fiel y te he servido con singular determinación, haciendo siempre lo que te agrada»; y el rey se echó a llorar amargamente.
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Sin embargo, antes de que Isaías saliera del patio central,
recibió este mensaje de parte del Señor
:
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«Regresa y dile a Ezequías, el líder de mi pueblo: “Esto dice el Señor
, Dios de tu antepasado David: ‘He oído tu oración y he visto tus lágrimas. Voy a sanarte y en tres días te levantarás de la cama e irás al templo del Señor
.
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Te añadiré quince años más de vida y te rescataré del rey de Asiria junto con esta ciudad. Defenderé esta ciudad por mi propia honra y por amor a mi siervo David’”».
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Entonces Isaías dijo: «Preparen un ungüento de higos». Así que los sirvientes de Ezequías untaron el ungüento sobre la llaga, ¡y Ezequías se recuperó!
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Mientras tanto, Ezequías le había preguntado a Isaías:
—¿Qué señal dará el Señor
como prueba de que me sanará y en tres días iré al templo del Señor
?
9
Isaías contestó:
—Esta es la señal del Señor
para demostrar que cumplirá lo que ha prometido: ¿te gustaría que la sombra del reloj solar se adelantara diez gradas o que se atrasara diez gradas?