4 No destruyó los santuarios paganos, y la gente siguió ofreciendo sacrificios y quemando incienso allí.
5 Cuando Amasías se afianzó en el trono, ejecutó a los funcionarios que habían asesinado a su padre.
6 Sin embargo, no mató a los hijos de los asesinos porque obedeció el mandato del Señor
que Moisés había escrito en el libro de la ley: «Los padres no tienen que morir por los pecados de sus hijos, ni los hijos deben morir por los pecados de sus padres. Los que merezcan la muerte serán ejecutados por sus propios delitos»
.
7 Amasías también mató a diez mil edomitas en el valle de la Sal. Además, conquistó la ciudad de Sela y le cambió el nombre a Jocteel, como se le conoce hasta el día de hoy.
8 Cierto día, Amasías envió mensajeros al rey Yoás de Israel, hijo de Joacaz y nieto de Jehú, para transmitirle un desafío: «¡Ven y enfréntate conmigo en batalla!»
.
9 Entonces el rey Yoás de Israel respondió a Amasías, rey de Judá, con el siguiente relato: «En las montañas del Líbano, un cardo le envió un mensaje a un poderoso cedro: “Entrega a tu hija en matrimonio a mi hijo”; pero justo en ese momento, un animal salvaje del Líbano pasó por allí, ¡pisó el cardo y lo aplastó!
10 »Es cierto que has derrotado a Edom y estás muy orgulloso de eso, pero ¡confórmate con tu victoria y quédate en casa! ¿Para qué causar problemas que solo te traerán calamidad a ti y al pueblo de Judá?».
11 Sin embargo, Amasías no le hizo caso; entonces Yoás, rey de Israel, movilizó a su ejército contra Amasías, rey de Judá. Los dos ejércitos se pusieron en pie de guerra en Bet-semes, en Judá.
12 El ejército de Israel venció de manera aplastante a Judá, y sus soldados se dispersaron y huyeron a sus casas.
13 En Bet-semes, el rey Yoás de Israel capturó a Amasías, rey de Judá, hijo de Joás y nieto de Ocozías. Después se dirigió a Jerusalén, donde demolió ciento ochenta metros
de la muralla de la ciudad, desde la puerta de Efraín hasta la puerta de la Esquina.
14 Se llevó todo el oro y la plata, y todos los objetos del templo del Señor
. También se apoderó de los tesoros del palacio real y tomó rehenes; luego regresó a Samaria.

La Biblia de las Américas (Español) BLA

2 Reyes 14:4 Sólo que los lugares altos no fueron quitados; todavía el pueblo sacrificaba y quemaba incienso en los lugares altos.

English Standard Version ESV

2 Kings 14:4 But the high places were not removed; the people still sacrificed and made offerings on the high places.

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

2 Reyes 14:4 Con todo eso los lugares altos no fueron quitados; porque el pueblo aun sacrificaba y quemaba incienso en los lugares altos

King James Version KJV

2 Kings 14:4 Howbeit the high places were not taken away: as yet the people did sacrifice and burnt incense on the high places.

New King James Version NKJV

2 Kings 14:4 However the high places were not taken away, and the people still sacrificed and burned incense on the high places.

Nueva Versión Internacional NVI

2 Reyes 14:4 pero no se quitaron los altares paganos, sino que el pueblo siguió ofreciendo sacrificios y quemando incienso en ellos.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

2 Reyes 14:4 Con todo eso los altos no fueron quitados; que el pueblo aun sacrificaba y quemaba perfumes en los altos.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

2 Reyes 14:4 Con todo eso los altos no fueron quitados; que el pueblo aun sacrificaba y quemaba incienso en los altos.

Herramientas de Estudio para 2 Reyes 14:4-14