22
Así fue como el rey Joás pagó a Joiada por su lealtad: mató a su hijo. Las últimas palabras de Zacarías al morir fueron: «¡Que el Señor
vea lo que ellos hacen y vengue mi muerte!».
23
Fin del reinado de Joás
En la primavera de ese año
el ejército arameo marchó contra Joás. Invadieron a Judá y a Jerusalén y mataron a todos los líderes de la nación. Luego enviaron todo el botín a su rey en Damasco.
24
Aunque los arameos atacaron con solo un ejército pequeño, el Señor
los ayudó a vencer al ejército mucho más grande de Judá. El pueblo de Judá había abandonado al Señor
, Dios de sus antepasados, y por eso se llevó a cabo juicio sobre Joás.
25
Los arameos se retiraron y dejaron a Joás gravemente herido, pero sus propios oficiales conspiraron para matarlo por haber asesinado al hijo
de Joiada, el sacerdote; lo asesinaron mientras estaba en su cama. Luego lo enterraron en la Ciudad de David, pero no en el cementerio de los reyes.
26
Los asesinos eran Josacar,
hijo de una mujer amonita llamada Simeat, y Jozabad, hijo de una mujer moabita llamada Somer.
27
El relato sobre los hijos de Joás, las profecías acerca de él y el registro de la restauración del templo de Dios están escritos en
Su hijo Amasías lo sucedió en el trono.