20 Aguantan cuando alguien los esclaviza, les quita todo lo que tienen, se aprovecha de ustedes, toma control de todo y les da una bofetada.
21 ¡Me da vergüenza decir que nosotros fuimos demasiado «débiles» para hacer lo mismo!
Pero sea lo que sea de lo que ellos se atrevan a jactarse —otra vez hablo como un necio— yo también me atrevo a jactarme de lo mismo.
22 ¿Son ellos hebreos? Yo también lo soy. ¿Son israelitas? También lo soy yo. ¿Son descendientes de Abraham? También yo.
23 ¿Son siervos de Cristo? Sé que sueno como un loco, ¡pero yo lo he servido mucho más! He trabajado con más esfuerzo, me han encarcelado más seguido, fui azotado innumerables veces y enfrenté la muerte en repetidas ocasiones.
24 En cinco ocasiones distintas, los líderes judíos me dieron treinta y nueve latigazos.
25 Tres veces me azotaron con varas. Una vez fui apedreado. Tres veces sufrí naufragios. Una vez pasé toda una noche y el día siguiente a la deriva en el mar.
26 He estado en muchos viajes muy largos. Enfrenté peligros de ríos y de ladrones. Enfrenté peligros de parte de mi propio pueblo, los judíos, y también de los gentiles.
Enfrenté peligros en ciudades, en desiertos y en mares. Y enfrenté peligros de hombres que afirman ser creyentes, pero no lo son.
27 He trabajado con esfuerzo y por largas horas y soporté muchas noches sin dormir. He tenido hambre y sed, y a menudo me he quedado sin nada que comer. He temblado de frío, sin tener ropa suficiente para mantenerme abrigado.
28 Además de todo eso, a diario llevo la carga de mi preocupación por todas las iglesias.
29 ¿Quién está débil sin que yo no sienta esa misma debilidad? ¿Quién se ha dejado llevar por mal camino sin que yo arda de enojo?
30 Si debo jactarme, preferiría jactarme de las cosas que muestran lo débil que soy.
31 Dios, el Padre de nuestro Señor Jesús, quien es digno de eterna alabanza, sabe que no miento.
32 Cuando estuve en Damasco, el gobernador bajo el mando del rey Aretas puso guardias en las puertas de la ciudad para atraparme.
33 Tuvieron que descolgarme en un canasto por una ventana en el muro de la ciudad para que escapara de él.

La Biblia de las Américas (Español) BLA

2 Corintios 11:20 Pues toleráis si alguno os esclaviza, si alguno os devora, si alguno se aprovecha de vosotros, si alguno se exalta a sí mismo, si alguno os golpea en el rostro.

English Standard Version ESV

2 Corinthians 11:20 For you bear it if someone makes slaves of you, or devours you, or takes advantage of you, or puts on airs, or strikes you in the face.

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

2 Corintios 11:20 porque toleráis si alguno os pone en servidumbre, si alguno os devora, si alguno toma, si alguno se ensalza, si alguno os hiere en la cara

King James Version KJV

2 Corinthians 11:20 For ye suffer, if a man bring you into bondage, if a man devour you, if a man take of you, if a man exalt himself, if a man smite you on the face.

New King James Version NKJV

2 Corinthians 11:20 For you put up with it if one brings you into bondage, if one devours you, if one takes from you, if one exalts himself, if one strikes you on the face.

Nueva Versión Internacional NVI

2 Corintios 11:20 Aguantan incluso a cualquiera que los esclaviza, o los explota, o se aprovecha de ustedes, o se comporta con altanería, o les da de bofetadas.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

2 Corintios 11:20 Porque toleráis si alguno os pone en servidumbre, si alguno os devora, si alguno toma, si alguno se ensalza, si alguno os hiere en la cara.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

2 Corintios 11:20 porque toleráis si alguno os pone en servidumbre, si alguno os devora, si alguno toma, si alguno se ensalza, si alguno os hiere en la cara.

Herramientas de Estudio para 2 Corintios 11:20-33