4
Para llegar al puesto de avanzada de los filisteos, Jonatán tuvo que descender de entre dos peñascos llamados Boses y Sene.
5
Un peñasco estaba al norte, frente a Micmas; el otro estaba al sur, delante de Geba.
6
—Crucemos hasta la avanzada de esos paganos —le dijo Jonatán a su escudero—. Tal vez el Señor
nos ayude, porque nada puede detener al Señor
. ¡Él puede ganar la batalla ya sea que tenga muchos guerreros o solo unos cuantos!
7
—Haz lo que mejor te parezca —respondió el escudero—. Estoy contigo, decidas lo que decidas.
8
—Muy bien —le dijo Jonatán—. Cruzaremos y dejaremos que nos vean.
9
Si nos dicen: “Quédense donde están o los mataremos”, entonces nos detendremos y no subiremos hacia ellos.
10
Pero si nos dicen: “Suban y peleen”, entonces subiremos. Esa será la señal del Señor
de que nos ayudará a derrotarlos.
11
Cuando los filisteos vieron que se acercaban, gritaron: «¡Miren, los hebreos salen de sus escondites!».
12
Entonces los hombres de la avanzada le gritaron a Jonatán: «¡Suban aquí y les daremos una lección!».
«Vamos, sube detrás de mí —le dijo Jonatán a su escudero—, ¡porque el Señor
nos ayudará a derrotarlos!».
13
Así que escalaron usando pies y manos. Entonces los filisteos caían ante Jonatán, y su escudero mataba a los que venían por detrás.
14
Mataron a unos veinte hombres en total, y sus cuerpos quedaron dispersos en un espacio de media hectárea.