6
»Pero si tú o tus descendientes me abandonan y desobedecen los mandatos y los decretos que les he dado, y sirven y rinden culto a otros dioses,
7
entonces desarraigaré a Israel de la tierra que le he dado. Rechazaré este templo que hice santo para honrar mi nombre. Haré que Israel sea objeto de burla y de ridículo entre las naciones.
8
Y aunque ahora este templo sea imponente, todos los que pasen por allí quedarán horrorizados y menearán la cabeza con asombro. Preguntarán: “¿Por qué habrá hecho el Señor
cosas tan terribles a esta tierra y a este templo?”.
9
»Y la respuesta será: “Porque los israelitas abandonaron al Señor
su Dios, quien sacó a sus antepasados de Egipto, y rindieron culto a otros dioses y se inclinaron ante ellos. Por esa razón el Señor
les envió tantas calamidades”».
10
Salomón hace un acuerdo con Hiram
Salomón tardó veinte años en construir el templo del Señor
y su propio palacio real. Al cabo de ese tiempo,
11
Salomón le dio a Hiram, rey de Tiro, veinte ciudades en la tierra de Galilea. (Hiram había provisto toda la madera de cedro y de ciprés y todo el oro que Salomón había pedido).
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Sin embargo, cuando Hiram llegó desde Tiro para ver las ciudades que Salomón le había dado, no le gustaron nada.
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«¿Qué clase de ciudades son estas, hermano?», le preguntó. Por eso Hiram llamó a esa región Cabul (que significa «sin ningún valor»), y así se conoce hasta el día de hoy.
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Sin embargo, Hiram le pagó
a Salomón cuatro mil kilos
de oro.
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Numerosos logros de Salomón
Este es el relato del trabajo forzado que el rey Salomón impuso para la construcción del templo del Señor
, el palacio real, los terraplenes,
la muralla de Jerusalén y las ciudades de Hazor, Meguido y Gezer.
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(El faraón, rey de Egipto, había atacado y conquistado Gezer, mató a la población cananea e incendió la ciudad. Luego se la dio a su hija como regalo de bodas cuando ella se casó con Salomón.